Los ministros de Exteriores han analizado el domingo y este lunes la situación que se ha creado en los países de la cuenca sur del Mediterráneo, sobre todo la de Libia donde se respira un clima de extrema violencia. En el país no hay periodistas extranjeros que puedan dar fe de lo que allí está sucediendo. Las últimas noticias dicen que aviones militares podrían haber tiroteado a los manifestantes. Los muertos podrían llegar a 200.
En el texto que ha hecho público la UE y en el que deplora la situación de extrema violencia de Libia se pide que el gobierno debe responder a las «legítimas» reivindicaciones de la población a través de un diálogo con otras fuerzas que permita un «futuro constructivo» para el país y su gente.
Sin embargo, no se cita al líder Muamar el Gadafi, que lleva 42 años al frente de un país del que no es ni presidente ni jefe de gobierno, sino el "líder y guía de la revolución", aunque cuando viaja a otros países se le rinden honores de Jefe de Estado.
El texto de la UE no menciona explícitamente a este hombre que controla todos los negocios que se hacen en el país más rico del norte de África gracias a las exportaciones de hidrocaburos. Pero, como ha señalado la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, las negociaciones «a 27» son complejas. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, asegura que, «no quiere molestar al líder libio».
El pasado septiembre, Muamar al Gadafi, pidió 5.000 millones de euros anuales a la Unión Europea (UE) para combatir la inmigración ilegal procedente de África.
La UE estudia la posibilidad de repatriar a los ciudadanos europeos . Por el momento los Estados miembros lo están haciendo con sus nacionales.