El acuerdo podría llegar con un recorte adicional, a la última propuesta del presidente Van Rompuy, de 12.000 millones de euros, sería una rebaja de un 3 por ciento respecto del anterior presupuesto plurianual, la primera que se haría a un presupuesto de estas características. En total la rebaja sería de unos 34.000 millones de euros respecto al de 2007-2013.
El techo de gasto estaría en 960.000 millones de euros y el de pagos en 908.000 millones de euros.
El recorte se haría en el nuevo fondo para el transporte transfronterizo y en proyectos energéticos y de telecomunicaciones, I+D+i, que bajarían en 11.000 millones de euros. Estos proyectos son la joya de la corona de la CE que contaba con ellos para reanimar las obras públicas y crear trabajo. La otra partida de la que se rebajaría son salarios y complementos de los funcionarios europeos, unos 1.000 millones de euros, una de las batallas favoritas de Reino Unido, que con estos resultados saldría bastante reforzado de cara a sus votantes más reticentes con la UE.
Se mantiene el gasto en agricultura, incluso habría un aumento de 1.500 millones de euros para desarrollo rural que complacería a España, Francia, Italia y Polonia.
Este viernes continúa la reunión perfilando los detalles del reparto entre políticas y Estados miembros. Si se confirman estas cifras los contribuyentes netos, encabezados por Reino Unido y Alemania salen triunfantes de este consejo crucial frente a los que planteaban un presupuesto de crecimiento.
Reino Unido mantendría el llamado «cheque británico», una devolución que la UE le hace cada año por su contribución al presupuesto de la UE, que negoció habilmente la premier Margaret Thatcher en los años 80.