«Se desarrollará una red de seguridad común durante el periodo de transición que facilitará prestamos al fondo. El sector bancario en todos los Estados miembros participantes será el responsable último del rescate a través de impuestos», dice el comnunicado del acuerdo al que han llegado esta noche los ministros de Economía de la Unión.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE tendrán sobre la mesa este jueves un principio de acuerdo para avanzar en la 'unión bancaria' y conseguir cerrar la reforma para 2015.
Según el documento, los bancos deberán hacer una provisión para pagar por las entidades que deban cerrar. Unos 55.000 millones de euros en 10 años en un fondo único de resolución.
Mientras tanto, serán los bancos los que deberán pagar si no hay acumulado suficiente dinero, y si la cantidad no es suficiente se acudirá a los fondos públicos.
Si un Estado no tiene suficiente dinero, podrá pedir un préstamo al fondo de rescate, el mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), como ya hizo España para recapitalizar a sus bancos en 2012.
Queda por perfilar la agencia que liquide a los bancos en peligro.
Por su parte el Parlamento Europeo ha fijado su posición sobre el mecanismo único de liquidación bancaria que debe ser aprobado tanto por los Gobiernos de los Estados miembros como por la institución europea. El compromiso final debería alcanzarse antes de las elecciones de mayo de 2014.
El comienzo no parece muy halagüeño, la socialista portuguesa Elisa Ferreira, ha dicho que «como el Consejo parece estar viviendo en una realidad paralela, habrá que reflexionar sobre si sería preferible una falta de acuerdo a un acuerdo muy malo» como el que ultima el Ecofin.
Por su parte el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt, insiste en que «sólo creando un auténtico sistema único europeo, una auténtica unión bancaria, podremos garantizar la ruptura del vínculo entre bancos endeudados y Estados». Avisa de que «si caemos en la tentación de construir este sistema a discreción de cada Gobierno, como sugieren las últimas negociaciones entre los ministros de Economía de la UE, podremos estar seguros de que los contribuyentes no estarán protegidos».
El Europarlamento quiere que sea la Comisión la única responsable de decidir sobre la liquidación de los bancos, contra la postura del Ecofin que sigue la opinión alemana de que la última palabra la tengan los Gobiernos.
Los europarlamentarios quieren, así mismo, que el nuevo mecanismo llegue a los 6.000 bancos de la eurozona, en lugar de solamente a los 230 más grandes y no cree que sea necesario un nuevo Tratado intergubernamental como propugna Alemania y el resto de Gobiernos sigue.