Convocada por los grupos radicales, la concentración se ha desarrollado de forma pacífica, hasta que un grupo de encapuchados se ha separado del grueso de la manifestación y ha lanzado, huevos, botellas y petardos contra la policía, que ha respondido con porras y gases lacrimógenos. Hay una docena de heridos, uno de ellos podría perder varios dedos de una mano al explotarle una bolsa de material pirotécnico, que según algunas fuentes intentaba lanzar contra las fuerzas de orden público. Además de los heridos hay seis detenidos.
En París, miles de manifestantes, unos 25.000 según la policía y 100.000 según los organizadores, han participado en una concentración convocada por la extrema izquierda, que denuncia las medidas de austeridad del presidente francés, François Hollande y su primer ministro, Manuel Valls. Esta es la primera vez que Valls, que el martes anunciaba nuevos recortes sociales, se enfrenta a manifestaciones en las calles. La convocatoria tiene lugar un día después de que el primer ministro galo se reuniera con los representantes sociales, cinco centrales sindicales y tres organizaciones empresariales para debatir sobre las medidas que reducirán los gastos laborales a las empresas, que les permitiría una reducción en las cotizaciones de 30.000 millones de euros. Valls, como Hollande hacía ayer un llamamiento al "pacto de responsabilidad".
Italia y Francia, dos de los grandes países de la Unión Europea, tienen en común estar gobernados por partidos socialistas y han cambiado recientemente a sus primeros ministros, en un intento de reconducir la grave situación económica que afecta a todos los países del sur de Europa.