Poco más de un millón y medio de personas están llamadas a las urnas en Kosovo para renovar su Parlamento, por primera vez desde la independencia. 29 partidos participan en las elecciones, entre ellos, ocho formaciones serbias. La UE supervisa el proceso electoral.
Los dos grandes partidos que hasta ahora han formado la coalición de gobierno son los favoritos, según las encuestas. El Partido Democrático (PDK), del primer ministro Hashim Thaci, y la Liga Democrática, de Isa Mustafa. Los nacionalistas de Autodeterminación podrían ser la tercera fuerza canalizando el voto de los descontentos. Proponen la unificación con Albania y menos autonomía para la minoría serbia.
La participación de la minoría serbia en los comicios se ha visto envuelta en polémica porque tanto Belgrado como la iglesia ortodoxa consideran que no se dan las condiciones necesarias para su entrada en el juego electoral y se ha pedido el boicoteo a los comicios.
De hecho, la participación va a ser una de las claves de la jornada de cara a una vigilante comunidad internacional que así va a evaluar la madurez democrática del país, declarado unilateralmente independiente de Serbia en febrero de 2008. Las elecciones se celebran cuando las autoridades de Pristina y Belgrado se disponen a abrir el diálogo, auspiciado desde Bruselas. Ciento veinte equipos de diplomáticos coordinados por la Unión Europea supervisan los comicios, vigilados por seis mil policías apoyados por fuerzas de la OTAN.
Se estima que la mitad de la población kosovar vive por debajo del umbral de la pobreza, de modo que la recuperación económica; el paro, que alcanza el 48%; y la lucha contra la corrupción han sido los ejes de la campaña electoral, con el telón de fondo de una futura entrada de Kosovo en la Unión Europea, el gran objetivo.
Sin embargo, aún sólo 22 de los 27 Estados de la Unión y sólo 72 miembros de Naciones Unidas reconocen la independencia kosovar.