Vincent Autin (40 años) y Bruno Boileau (30) se han convertido en la primera pareja gay casada oficialmente en Francia. La boda se ha celebrado en el Ayuntamiento de Montpellier, al sur del país, incluso antes de que se haya desarrollado la nueva ley de uniones aprobada hace unas semanas por la Asamblea francesa, tras semanas de intensos debates.
La Francia católica y tradicional comienza a abrirse hacia otra realidad social. A pesar de que hace 3 días se organizara una masiva manifestación en París apoyada por el ala más conservadora de la iglesia y los ultras, el 65% de los ciudadanos está de acuerdo con este cambio en la legislación francesa.
Los testigos de la boda, han señalado que la pareja ha permanecido muy seria y emocionada durante la ceremonia que ha oficiado la alcaldesa de esta ciudad de la costa mediterránea. Hélène Mandroux, ha dicho que «es un gran día para el país».
Niguno de los dos quería una boda íntima, su matrimonio es un reto a la tradición. Cogidos de la mano, los dos hombres han cruzado la sala de ceremonias mientras se escuchaba la canción «Love» de Nat King Cole. Ambos iban vestidos de traje oscuro, Boileau con pajarita y Autin con corbata. A la boda no solo han asistido los familiares y amigos de Vincent y Bruno, sino también 100 policías y unos 150 periodistas. En el exterior del recinto había más de 500 personas, que han saltado de júbilo tras el «oui» de los contrayentes. El ministro del Interior ya ha alertado de que «no se tolerarán disturbios» por parte de los que se oponen a enlaces entre personas del mismo sexo.
Autin, ha tenido un momento de recuerdo para «todos los militantes que han luchado por este derecho» y ha reconocido que «aunque caminamos hacia la igualdad, todavía queda mucho por recorrer». Porque como demuestran las estadísticas la mayoría de los gays europeos sienten miedo, aislamiento y discriminación.