El gobierno británico ahorrará 35.000 millones de euros anuales con el plan de austeridad presentado este martes. Permitirá reducir la deuda pública desde los 169.000 millones de este año a 20.000 millones en 2015-2016.
Para conseguirlo, la coalición de liberales y conservadores se dispone a subir el IVA hasta el 20 % desde el próximo uno de enero, congelar los salarios públicos, aunque con compensaciones para quienes cobren menos de21.000 libras anuales, también congelar las ayudas por hijos, por desempleo o invalidez. El proceso de jubilación se acelera para llegar a los 66 años. Además se impone una tasa a la banca, con la que se quieren recaudar 2.200 millones al año, y se favorece la creación de nuevas empresas.
El ajuste británico, reconoce el ministro de Economía, George Osborne, es que el crecimiento británico será menor del previsto: un 1,2% este año y un 2,3% en 2011. «Este es un presupuesto progresista. Hemos sido duros pero hemos sido justos. Hoy hemos pagado las deudas de un pasado fracasado.» El plan presentado hoy en el Parlamento como presupuesto de emergencia formaba ya parte del programa de los conservadores británicos. euroXpress