En España, según el estudio de evaluación económica de la accidentabilidad de las personas mayores, elaborado por la Fundación Mapfre, la población de más de 65 años supera los 8 millones de personas y en este colectivo se producen unos 820 accidentes diarios que requieren asistencia sanitaria. Al año serían unos 300.000 accidentes de los que el 83,4 por ciento tendrá importantes consecuencias, muchas de ellas incapacitadoras. Según el mismo informe, si se previene tan sólo el 10 por ciento de los accidentes se ahorrarían 42 millones de euros anuales.
Consciente de esta realidad, el consorcio FallWatch (compuesto por diferentes socios europeos de diferentes especialidades, desde seguridad personal, microelectrónica y biomateriales hasta nanotecnología, adhesivos médicos , baterías militares y aeroespaciales de alto rendimiento) con la ayuda del fondo para la Investigación y la Innovación de la UE, ha creado el parche triangular «Vigi'Fall» que, conectado de manera inalámbrica a un dispositivo de llamada, puede avisar a los servicios de emergencia en cuanto se detecta una caída. FallWatch espera que en los próximos tres años este dispositivo ofrezca trabajo a unas 100 personas y pueda ser utilizado por más de 3 millones de personas de la tercera edad en Europa.
Un estudio de la Red Europea para la seguridad de las personas mayores, el 40 por ciento de las caídas las sufren personas de la tercera edad. «Se estima que más de 20 millones de personas a partir de 65 años sufren una caída cada año en Europa. Es la principal razón de muerte por lesión traumática en este grupo de edad. Por tanto, es crucial recibir intervención médica inmediata y, en muchos casos, puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte,» explica Jean-Eric Lundy, fundador de Vigilio S.A, una de las empresas del consorcio FallWatch, y médico en el departamento de emergencias en el Hospital Cochin de París. «Muy a menudo nos encontramos con pacientes mayores que llegan a emergencias tras haber pasado horas en el suelo porque no podían pedir ayuda. En muchas ocasiones el deterioro físico y psicológico que causa es irreparable», asegura el médico.
«Vigi´Fall» es un biosensor que se acopla al cuerpo de una manera cómoda, no intrusiva y permanente y se complementa con sensores de movimiento por infrarrojos distribuidos en la casa del usuario y una caja central de control que se conecta automáticamente por teléfono con el personal de enfermería, o con una centralita, en caso de que la caída suceda en la propia casa del usuario. Para distinguir entre caídas reales y falsas alarmas, el sistema está equipado con un software de fusión de datos que permite analizar la naturaleza de la caída (con o sin impacto) y la postura del paciente.
FallWatch ha recibido casi 2 millones de euros de la Comisión Europea para el desarrollo de este proyecto, un buen ejemplo de cómo las tecnologías de la información / comunicación (TIC) pueden hacer mejor y más fácil la vida de las personas mayores. En todo ésto también hay involucrada una empresa española, Inspiralia, la responsable de desarrollar la mini-tarjeta electrónica que permite la comunicación inalámbrica entre el sensor de detección de caídas y el dispositivo de llamada.
«Consideramos muy importante que las Pymes españolas y europeas se puedan beneficiar de servicios avanzados de I+D financiados por la Comisión Europea y ejecutados por Centros Tecnológicos de vanguardia como el nuestro, ya que supone un gran apoyo para dichas empresas ayudándoles a desarrollar nuevos productos y servicios que las hacen más competitivas», ha expresado Ana Abril, Directora de Proyectos en Inspiralia y Coordinadora Técnica en el proyecto FallWatch.
«Vigi'Fall» salió al mercado en su versión profesional en noviembre de 2012. La versión doméstica del producto estará disponible en el último trimestre del 2013, mientras que una segunda generación del producto capaz de monitorizar el pulso de los pacientes pasará las pruebas clínicas en Estados Unidos y en Europa en septiembre de este año.
Para el portavoz de la comisaria de investigación «el proyecto FallWatch es el ejemplo perfecto de los grandes avances sanitarios a los que se puede llegar cuando los mejores y más brillantes de la industria europea trabajan juntos Michael Jennings señala que «este tipo de innovación marca la diferencia en la vida de las personas, al tiempo que contribuye a la competitividad europea, y que la Comisión seguirá apoyando en el marco del futuro Programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizon 2020.»
En 2014 la Unión Europea pondrá en marcha Horizon 2020, un nuevo programa de financiación para la Investigación e Innovación con una duración de siete años. Desde 2007 Bruselas ha invertido cerca de 50.000 millones de euros en proyectos de investigación e innovación para apoyar la competitividad de la economía europea y ampliar las fronteras del conocimiento humano.
El presupuesto de investigación de la UE representa alrededor del 12% del gasto público total en investigación de los 27 estados miembros y se centra, sobre todo, en áreas como la salud, el medio ambiente, el transporte, la alimentación y la energía. También se han formado asociaciones de investigación con la industria farmacéutica, aeroespacial, automotriz y electrónica para alentar la inversión del sector privado apoyando el crecimiento futuro y la creación de empleo cualificado.
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