La UE ha dado un pequeño paso en su retórica habitual ante las protestas en Egipto contra el presidente Hosni Mubarak. La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Catherine Ashton, ha hecho un llamamiento a las autoridades del país para «abrir vías pacíficas que respondan a las legítimas aspiraciones de los ciudadanos egipcios hacia las reformas democráticas y económicas».
Ashton califica de «profundamente preocupante» el uso de violencia por las Fuerzas de Seguridad del Estado y pide «la liberación inmediata y condicional de los manifestantes pacíficos detenidos».
El Consejo de ministros de Exteriores discutirá este lunes la situación en Egipto, aunque no se esperan grandes decisiones. Para los gobiernos europeos, Egipto tiene un papel destacado en la contención del islamismo extremista y en todo el proceso de paz de Oriente Próximo.
Millonaria ayuda de la UE
La portavoz de la política exterior europea, Maja Kocijancic, ya ha dicho que es demasiado prematuro suspender la ayuda que la UE presta al país. «Estamos estudiando qué acciones se pueden tomar, pero decimos lo mismo de siempre, que esas acciones no perjudiquen a la población».
La UE es uno de los principales donantes a Egipto. Sólo la ayuda de la Comisión Europea asciende a más de 1.000 millones de euros desde 1995. Desde 2004 existe un Acuerdo de Asociación y en octubre del año pasado firmó varios acuerdos de cooperación por unos 800 millones de euros.
El llamado Programa Nacional Indicativo de Egipto 2011-2013 tiene un presupuesto de 449 millones de euros y se destina a tres áreas: democracia, derechos humanos y justicia (50 millones de euros); competitividad y productividad (189 millones de euros); y desarrollo sostenible y manejo de recursos humanos y naturales (210 millones de euros). Otros programas de ayuda millonarios afectan a proyectos sanitarios, agrícolas, innovación y administración. Cuando se firmaron, el comisario de Ampliación y Política de Vecindad, Stefan Füle, dijo que «nos acercamos a un estado avanzado de cooperación con Egipto, y eso refleja la madurez de nuestras relaciones».
Venta de armas
Los socios europeos, junto a Estados Unidos, son los principales clientes y proveedores de Egipto, según el ministerio de comercio egipcio, principalmente Reino Unido e Italia.Las ventas europeas incluyen también el armamento. Según EUobserver, 18 estados miembros de la UE vendieron armas a Egipto por valor de 75,7 millones de euros en 2009. Los vehículos y el material antidisturbios que el régimen usa estos días contra la población es material estadounidense o de países de la UE.
En este complicado laberinto de diplomacia, negocios y ayuda humanitaria, Europa saca a la luz sus contradicciones. El pasado diciembre, cuando el Partido Nacional Democrático de Mubarak arrasaba en las elecciones legislativas con denuncias de fraude por parte de las principales organizaciones de derechos humanos, la jefa de la diplomacia europea se sumó a las críticas y reconoció que las garantías egipcias fueron insuficientes para demostrar la transparencia del proceso. No hubo consecuencias.
