Cavaco Silva no ha podido conseguir el acuerdo de salvación nacional que pretendía por lo que continúa con la coalición entre su partido el Partido Socialdemócrata (PSD, de centroderecha) y el Centro Democrático Social- Partido Popular (CDS-PP, democristiano). Ha dicho este domingo que considera «que la mejor solución alternativa es que el actual Gobierno permanezca en sus funciones, con garantías reforzadas de cohesión y solidez en la coalición, hasta el fin de su mandato (en 2015)», en un mensaje difundido por televisión. Ha anunciado que el nuevo ejecutivo se someterá a una moción de confianza.
El presidente portugués ha superado la pasada semana una disensión dentro de la coalición. El líder democristiano, Paulo Portas, hizo un envite presentando su dimisión que no sólo no le fue aceptada sino que ha salido reforzado, ahora es viceprimer ministro.
También ha sorteado su quinta moción de censura, cuenta con una mayoría en el parlamento que lo ha hecho posible, pero no ha conseguido que los socialistas hayan aceptado el Gobierno de salvación nacional que proponía.
El líder socialista, Alberto Martins, ha expresado el respeto «institucional» de su formación a la decisión de Cavaco Silva, pero ha dejado claro que el Partido Socialista (PS) no está de acuerdo con ella y que considera insuficiente la moción de confianza a la que puede someterse.
Martins, dio por terminado este viernes el diálogo con los conservadores. En su opinión el país necesita un nuevo rumbo en la política económica y salir de las medidas de austeridad que desde hace dos años están asfixiando a los portugueses.
Por su parte el Partido Comunista de Portugal (PCP), que no ha participado en las negociaciones, continúa reclamando elecciones anticipadas. En opinión del líder de la formación, Jerónimo de Sousa, el nuevo Gobierno está «muerto» y responsabiliza a Cavaco Silva de llevar al país «al abismo».