Lisboa se comprometió el año pasado a liberalizar la economía, reducir el déficit fiscal y flexibilizar el mercado de trabajo a cambio de recibir 78.000 millones de euros del rescate previsto por la UE y el FMI. En 2012 el gobierno del conservador de Passos Coelho, ya ha vendido algunas de las «joyas de la corona» y aún quedan más. En la primera mitad del año se deshizo del grueso de los activos empresariales del Estado con la venta del 40 por ciento de la transportadora de gas y electricidad REN (por 592 millones de euros).
Este jueves ha otorgado a la empresa francesa la administración de las terminales aéreas de Lisboa, Oporto, el Algarve, las Azores. En total unos 23 aeropuertos. Los otros aspirantes eran la argentina Corporación América, y el consorcio formado por la suiza Zúrich Airport y la brasileña CCR. El grupo francés, que gestiona una docena de aeropuertos, la mayoría en Francia, líneas ferroviarias y autopistas ya es accionista mayoritario de la empresa Lusoponte, concesionaria hasta 2030 de los puentes de Lisboa, el Vasco de Gama y el 25 de Abril. Ahora tendrá que pagar inmediatamente 100 millones de euros en concepto de «paga y señal». Gestionará los aeropuertos lusos durante los próximos 50 años, y no podrá vender ANA antes de cinco años.
La semana pasada anunció que traspasará TAP en 2013 tras no aceptar la única oferta que tenía sobre la mesa, la del magnate colombiano-brasileño Germán Efromovich. En los próximos días el ejecutivo luso podría privatizar los astilleros de Viana do Castelo.
Hace un año el ejecutivo del conservador Pedro Passos Coelho vendió su participación en la eléctrica Energías de Portugal (EDP) por 2.700 millones de euros a la compañía china «Three Gorges», desprendiéndose del 21,35 por ciento del capital. La eléctrica REN, la petrolera Galp, la Radio Televisión pública o Aguas de Portugal son algunas de las empresas que ha puesto a la venta el Estado luso antes de 2014.
EDP, es uno de los valores más importantes de las veinte principales empresas de la Bolsa de Lisboa (PSI-20) en el momento de su venta había caído un 25 por ciento aunque tenía un valor bursátil de unos 8.000 millones de euros y una deuda valorada en 17.000 millones de euros. Durante los años 2008, 2009 y 2010, presentó beneficios y en 2011 pasó a manos extranjeras, 23 años después de dejar de ser un monopolio público.