Los ministros de economía de la zona euro mantuvieron este sábado una teleconferencia para acercar posturas y emprender la reunión de este lunes con una buena parte del camino andado. Ollie Rehn ha pedido que se recorra ese «último centímetro» y que se llegue a un acuerdo que permita desbloquear la ayuda urgente y terminar con la «incertidumbre que pesa sobre Grecia».
«Grecia ha cumplido y ahora son el FMI y el Eurogrupo los que deben cumplir», ha dicho Rehn.
La base que han establecido los ministros en sus conversaciones previas consiste en reducir los intereses que la eurozona cobra a Grecia por préstamos bilaterales y transferirle los beneficios que han obtenido los bancos centrales nacionales y el BCE de los bonos griegos que tienen desde 2010. Otra opción sería diferir 10 años el pago de los intereses que el FEEF ha emitido sobre los préstamos a Grecia. También podría comprar deuda griega en el mercado secundario.
El BCE y el FMI son partidarios de una quita radical que reduciría la deuda griega del 144 % del PIB al 70 % de aquí a 2020. Para que eso pudiera realizarse los acreedores, es decir los otros países de la eurozona, tendrían que aceptar pérdidas del 50 % sobre lo que les debe Grecia, pero los bancos nacionales a cuya cabeza está Alemania no aceptan esta opción.
Atenas necesita recibir inmediatamente el siguiente tramo de ayudas de 31.500 millones de euros. El 14 de diciembre debe afrontar vencimientos por valor de 3.400 millones de euros.