Durante el último semestre del pasado año, el precio del barril Brent de petróleo cayó un 46,3%, el gasóleo agrícola un 39,6% y el gas un 25,5%, según datos del US Energy Information Adminitration. Sin embargo, el precio de los principales fertilizantes utilizados en España, (cuyos costes de fabricación están íntimamente ligados al precio de gas y petróleo), han experimentado una clara tendencia al alza: la urea se ha incrementado cerca de un 14%, pasando de 38,7 €/100 kg en julio de 2014 a 44 €/100 kg en diciembre de ese año. También se han incrementado los precios de otros fertilizantes de amplio uso y cuya cotización debería estar relacionada con la evolución del precio de la energía, caso del DAP, +12,4%, y el nitrato amónico cálcico, en un 10,6%.
A nivel general, el valor de los insumos utilizados en la producción alcanzó en 2014 los 20.655,9 mill€ en términos corrientes, un descenso del 0,96%, que no compensa las subidas de los años 2013 (1,4%) y 2012 (4,8%). En 2014, para obtener 1 euro de producción, los agricultores han tenido que gastar 0,49 en insumos productivos, la cifra más alta desde 1990.
A petición de COAG, El Ministerio de Agricultura ha convocado el próximo 12 de febrero una mesa de seguimiento de los costes de producción para analizar la evolución de los precios de la energía y los principales insumos que se consumen en el sector. «Es intolerable que el afán especulativo del oligopolio de la industria de los fertilizantes impida que los agricultores y ganaderos se puedan beneficiar de las bajadas de los precios de las materias primas energéticas a escala mundial. Hay que acabar con las distorsiones artificiales en los mercados, vigilando que las reducciones de precios en petróleo y gas se trasladen en la misma medida a gasóleos, lubricantes, fertilizantes, plásticos, etc....» ha reclamado Miguel Blanco, Secretario General de COAG, quien ha añadido. «Resulta paradójico que las todopoderosas empresas de fertilizantes se escuden en la subida del petróleo para justificar incrementos de precios y, cuando la tendencia se invierte, niegan una relación directa de los costes con el precio del barril Brent».