Los polacos tendrán que ir a una segunda vuelta electoral para elegir presidente, si se confirman los resultados de los sondeos a pie de urna de las elecciones celebradas este domingo. El candidato liberal, Bronislaw Komorowski, sería el ganador con el 41% de los votos, y el conservador, Jaroslaw Kaczynski, habría conseguido el 36%.
Los primeros análisis de estos datos sitúan a Komorowski como nuevo presidente, al considerar que conseguirá los apoyos suficientes para hacerse con la mayoría dentro de 15 días, pero Kaczysnki canta una sosegada victoria, porque el resultado obtenido es mejor del que esperaba y aún puede sustituir en la presidencia a su hermano gemelo Lech Kacynski, fallecido en accidente aéreo en Rusia en abril.
Con la victoria de uno u otro está en juego definir una nueva Polonia, más cerca de Europa, con intención de entrar en el euro y de hacer reformas estructurales en economía, según el programa de Komorowski o todo lo contrario, según Kaczynski que, junto a su hermano, en el gobierno o en la presidencia del país, han dominado la vida política polaca y han boicoteado lo que han podido todos los avances de la Unión Europea, con una visión nacionalista.
La participación ha estado en torno al 53%, similar a la que hubo en anteriores comicios. La Constitución polaca no da grandes poderes al presidente, pero le da derecho de veto sobre las leyes y ahí tiene un importante papel que jugar. Komorowski, en la presidencia, permitiría al primer ministro, Donald Tusk, del mismo partido, Plataforma Cívica, reorientar completamente la situación sociopolítica en Polonia. euroXpress