Polonia se propone evitar el nuevo euroescepticismo desde la presidencia de la UE

Liderazgo político para evitar el nuevo euroescepticismo en algunos países europeos. Con este mensaje, el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha inaugurado el mandato semestral de su país al frente de la Unión Europea. Las negociaciones sobre el presupuesto plurianual y la vista puesta en los vecinos del Este europeo van a marcar la presidencia de Polonia, el país que más se beneficia de los fondos comunitarios.
Logo de la presidencia polaca de la UE
Logo de la presidencia polaca de la UE
Liderazgo político para evitar el nuevo euroescepticismo en algunos países europeos. Con este mensaje, el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha inaugurado el mandato semestral de su país al frente de la Unión Europea. Las negociaciones sobre el presupuesto plurianual y la vista puesta en los vecinos del Este europeo van a marcar la presidencia de Polonia, el país que más se beneficia de los fondos comunitarios.

La presidencia polaca «llega en uno de los momentos más difíciles en la historia de la UE», reconoció el jefe del gobierno polaco. Y la respuesta, dijo, debe ser «más Europa». Donald Tusk denunció ante los periodistas lo que llamó nuevo euroescepticismo en algunos países comunitarios: «Me refiero a la conducta de algunos políticos que dicen apoyar a la UE y defender más integración, pero al mismo tiempo dan pasos que debilitan la unión».

Donald Tusk no dio nombres, pero ímplicitamente se refería a los casos de Francia e Italia sobre las restricciones del tratado de Schengen y a las reticencias alemanas a la hora de conceder el segundo rescate a Grecia. El primer ministro polaco se propone persuadir a los líderes europeos de que «este invento puede funcionar eficazmente».

Difícil tarea, porque en el programa de la presidencia polaca figura una patata caliente que enseguida hay que empezar a resolver: la negociación del presupuesto de la UE. con la presión de varios socios comunitarios para reducir su cuantía y con la crisis griega como fondo. «Tengo la impresión de que hay pocas oportunidades de llegar a un consenso en la UE para encontrar fuentes de financiación adicionales, así que nuestro principal objetivo será intentar evitar que se reduzca el presupuesto», ha dicho Tusk.

Donde sí espera obtener éxitos Varsovia es el proyecto de Partenariado Oriental, destinado a incrementar las relaciones entre la UE y los vecinos del antiguo bloque soviético. Habrá una cumbre en septiembre y se espera suscribir un acuerdo de libre comercio con Ucrania.

Avanzar en la seguridad común europea, abriendo el debate sobre la Defensa en la UE, promover la unificación de mercados o la ratificación de la adhesión de Croacia son otras de las prioridades de la presidencia polaca, que tendrá que seguir soportando la presión de la crisis financiera en algunos Estados miembros.

Tusk se ha permitido recomendar a España y Grecia un enfoque más flexible de los mercados laborales, aunque ha dejado claro que ninguno de los estados de la eurozona aplica completamente las normas de disciplina financiera.

El primer ministro polaco dijo que no quiere dar lecciones a nadie, porque «no hay una panacea para la crisis», pero destacó la experiencia de su país para superar la crisis. Tusk ha recordado que Polonia tiene un límite constitucional del techo de endeudamiento (60 % del PIB), un régimen muy restrictivo de supervisión bancaria y un sistema fiscal muy represivo con el fraude.

Polonia es ya una de las grandes economías de la UE, el único socio comunitario que decidió recortar gastos tras la quiebra de Lehman Brothers, cuando otros incrementaban las medidas de estímulo, el único que no ha entrado en recesión, pero también el país que recibe más fondos comunitarios.