El Consejo ha trabajado en un documento que pedía a la Comisión Europea nuevas propuestas para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, Polonia, cuya electricidad depende en un 90 por ciento del carbón, no ha querido adherirse al documento.
La comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo que seguirán adelante sin Polonia «Igual que en las negociaciones internacionales, nunca aceptaremos que un país pueda bloquear que el resto avance, y es lo mismo en Europa, un país no puede bloquear lo que dice el resto».
Por su parte el ministro de Clima y Energía de Dinamarca, país que ostenta la presidencia semestral de la UE Martin Lidegaard, ha recordado que es la segunda vez que Polonia veta la decisión del Consejo de pedir a la Comisión Europea que siga adelante con las medidas para frenar las emisiones de CO2. En junio de 2011 fue la primera vez. La decisión polaca no invalida el documento pero le quita fuerza, en lugar de ser un mandato se limita a una petición de la presidencia de turno avalada por veintiséis Estados miembros.
La situación podría haber sido peor, en las reuniones previas Polonia se negaba también a que la UE inscribiera su postura en cuanto a reducción de emisiones en las conclusiones de la conferencia del clima de Durbán, finalmente ha transigido en este punto.
Polonia, cuya electricidad depende casi exclusivamente del carbón, posee los mayores depósitos del mundo de hulla y la mayor mina a cielo abierto de lignito, principal combustible del sector energético polaco. Ha sido crítica siempre con los objetivos «Europa 2020» de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento (30 por ciento si se acuerdan compromisos internacionales), ahorrar un 20 por ciento en el consumo de energía mediante una mayor eficiencia energética y promover las energías renovables hasta un 20 por ciento.