Con un crecimiento económico previsto del 4%, Polonia está al margen de la crisis que vive la eurozona y se ha convertido en la potencia económica regional. El país está viviendo el boom de la construcción, impulsado además por la celebración de la Eurocopa de fútbol en 2012.El índice de paro es del 12% en todo el país, pero mucho menor en la capital, Varsovia, donde residen la mayor parte de los inmigrantes y donde hay una mayor necesidad de mano de obra.
A partir del 1 de enero, los inmigrantes indocumentados que llegaron legalmente a Polonia por motivos económicos antes del 20 de diciembre de 2007 y superaron la caducidad de sus permisos podrán obtener una tarjeta de residente que les permitirá trabajar en el país durante dos años. La amnistía afecta también a los solicitantes de asilo a los que se negó el estatus de refugiado antes del 1 de enero de 2010 y han residido en Polonia de forma continuada.
Ucranianos, bielorrusos y ciudadanos de otros países de la antigua Unión Soviética serán los más beneficiados, además de una importante colonia de vietnamitas. Se calcula que la amnistía afectará a unas 7.000 personas.
El gobierno polaco admite que Polonia se está convirtiendo en un país más atractivo para los extranjeros por su creciente posición económica y legalizar su situación beneficiará a la economía al convertirlos en contribuyentes. El gobierno espera que Polonia sea un lugar atractivo no solo para trabajadores temporales de la construcción o la agricultura, sino también para profesionales altamente cualificados.