Son los segundos test de estrés que realiza la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y los resultados llegan con mucha expectación pero no tanta credibilidad, después de que en los anteriores, el año pasado, no se detectará la pésima situación de los bancos irlandeses, que obligó al rescate de la UE y el FMI. Y llegan en plena crisis de la zona euro, con la prima de riesgo de los países periféricos por las nubes y después de que los líderes europeos hayan dado evidentes muestras de incapacidad para desatascar el segundo rescate griego.
A todos esos elementos se suma además el propio método del examen a la banca, que perjudica a España al no incluir las provisiones genéricas de capital. Se trata de comprobar si las entidades superan un nivel de capital básico, denominado core tier 1, del 5% en determinados escenarios adversos, que han sido especialmente severos en el caso de España.
Fuentes del sector español consideran que se penaliza la imagen que van a dar los bancos españoles y que no se corresponde con la realidad. De hecho, el Banco Pastor ha informado ya de que ha superado las pruebas «si se incorporan las provisiones existentes en balance a cierre de 2010 y la emisión de obligaciones desembolsada el 14 de abril». En Alemania, el banco público Helaba se ha retirado de los exámenes porque la EBA no ha aceptado su cómputo de capital.
La agencia Moody's estima que hasta 26 de los 91 bancos estudiados suspenderán, sobre todo, españoles, griegos y alemanes. Las entidades que no pasen las pruebas dispondrán detres meses para elaborar un plan de recapitalización y cuentan con el compromiso de los ministros europeos de Economía para rescatar a los bancos con problemas.