El gobierno ha promocionado la presidencia española de la UE durante este semestre con todos los medios a su alcance, levantó muchas expectativas que con el paso de los días se van perdiendo en el humo de la realidad europea.
En cualquier caso, ni antes ni después, a los españoles les interesa el semestre español en Europa. Según un barómetro de opinión del Real Instituto Elcano, sólo se preocupan por el asunto el 31 % de los encuestados. Uno de cada dos españoles, muestra poco o ningún interés, y el 21 por ciento no sabe o no contesta.
Entre quienes saben de qué va esto, el 34 % cree que la presidencia española de la UE va bien, aunque un 23 % la valora negativamente. Más curioso aún resulta otro dato: sólo uno de cada cinco encuestados se declara más interesado por la presidencia española que por las anteriores de otros países, lo cual parece demostrar que no se confía mucho en el papel que puede desempeñar España en la UE.
La moneda única, mala para España
Los españoles parecen estar mucho más interesados e informados sobre la crisis económica y sus consecuencias en Europa. La decisión de la UE de imponer un plan de ajuste a Grecia que mejore sus finanzas le parece bien al 65% de los encuestados y sólo el 12 % no sabe nada del asunto.
Y hablando de la crisis, parece sorprendente que más de la mitad de los españoles crean que el euro ha sido perjudicial para combatirla. Uno de cada dos encuestados considera que la moneda única ha sido mala para España, según los autores de la encuesta, probablemente porque la opinión pública la asocia todavía a la subida de precios. Las peores opiniones sobre el euro se dan entre los encuestados de clase bajay media baja.
Una gran mayoría está a favor de que los países de la UE acudan al rescate de otros miembros en dificultades, y más de la mitad cree que debe expulsarse del euro a los países que incumplan los criterios de la UE.
Para superar la crisis financiera internacional, el 40 % apoyaría la creación de una tasa que grave las transacciones financieras internacionales o la creación de una moneda única mundial. Sin embargo, la mayoría, 70%, apuesta por reforzar el papel de los organismos económicos internacionales.