Schmitt presentó en 1992 la tesis «Análisis del programa de los Juegos Olímpicos modernos», por la que recibió su título de doctor, con la nota de summa cum laude. El pasado enero, la revista HVG desveló que se trataba de un plagio y el Consejo de Doctores de la Universidad de Medicina Semmelweis, de Budapest, estudió el caso y decidió retirarle el título, tras confirmar que su investigación había sido copiada de otras fuentes.
Los partidos de oposición han pedido su renuncia por entender que un caso así ensombrece la honestidad que debe exigirse a un jefe de Estado. Sin embargo, Schmitt dice tener la conciencia tranquila y no cree «que exista ningún vínculo entre la tesis doctoral que escribí hace 20 años y la presidencia de la república. He guardado silencio hasta ahora porque pensé que, un día u otro, la verdad saldría a relucir. Ahora se ha convertido en un asunto de honor, y como presidente, quiero luchar porque se conozca la verdad.»
La izquierda, los verdes y la ultraderecha piden su dimisión, mientras el partido del gobierno espera que el propio presidente tome una decisión. Schmitt llegó a la presidencia con el apoyo del Fidesz, formación de la que fue vicepresidente. Aunque su cargo es meramente representativo, su firma está en todas las reformas institucionales que han enfrentado al gobierno de Viktor Orban con la UE.
Schmitt es presidente del Comité Olímpico húngaro desde 1990 y vicepresidente del Comité Olímpico Internacional. Ganó dos medallas de oro en esgrima en en los Juegos Olímpicos de México 1968 y Múnich 1972.