En 2003 el Círculo de Bellas Artes de Madrid presentó una exposición titulada «El deseo atrapado por la cola», que tomaba el título de una obra de teatro que Picasso escribió en 1941 durante la invasión alemana de Francia en la Segunda Guerra Mundial y que se representó el 19 de marzo de 1944 en la casa de Michel y Louise Leiris, dirigida por Marcel Camus y en cuya puesta en escena colaboraron Jean Paul-Sartre, Simone de Beauvoir, Brassaï, Queneau, Dora Maar y Jean Aubier (algunos como actores). Entre el público, Bataille, Braque, Henri Michaux y Lacan (El deseo atrapado por la cola se representó en Sevilla en 2007).
La obra constituía una burla amarga de la vida francesa bajo la ocupación nazi, y el escenario estaba presidido por un gran retrato de Max Jacob, el amigo de Picasso fallecido en el campo de concentración de Drancy.
Con motivo de la exposición en el Círculo de Bellas Artes, se editó un facsímil del manuscrito de El deseo atrapado por la cola, cuyo original se podía ver en la muestra junto a figurines y dibujos preparatorios diseñados y pintados por el propio Picasso. Tras la Liberación, la obra de Picasso se consideró como una de los símbolos más valiosos del arte de la resistencia.
El deseo atrapado por la cola es uno de los muchos textos de Picasso, que además de ser un gran artista también presumía de escribir: «Creo que mi obra como escritor es tan extensa como la de pintor. Materialmente dediqué el mismo tiempo a ambas actividades», le dijo en cierta ocasión a uno de sus mejores amigos, el fotógrafo Roberto Otero. El experto en la obra de Picasso Eugenio Carmona dice que la obra pictórica de Picasso y su obra escrita son hermanas gemelas.
Poemas en prosa
Ese mismo año se editaba en España Poemas en prosa (Plataforma Editorial), una recopilación de la poesía que el pintor escribió en momentos precisos de su vida, en este caso influido, como Dalí, por los surrealistas. Picasso escribió entre 1935 y 1959 más de 350 poemas y tres obras de teatro, y se sabe que existen textos inéditos del pintor en manos de coleccionistas privados.
Los poemas que se recogen en esta obra fueron escritos en francés y en castellano, sin puntuaciones, y su comprensión es de una gran dificultad para un lector medio no introducido en el lenguaje de los surrealistas y en el mundo picassiano (algunos analistas los han comparado con los textos del Finnegan's wake de James Joyce). Picasso se justificaba: «las artes se reducen a una sola: se puede escribir una pintura con palabras, del mismo modo que es posible pintar sensaciones con un poema» (P.18-19).
A diferencia de otros artistas, Picasso casi nunca acompañó sus poemas con dibujos, aunque en sus textos alude con frecuencia a los colores, y trata de que cada poema sea un dibujo: los originales los escribe en tinta china y con lápices de colores (incluso su obra de teatro Les quatre petites filles está escrita en rojo y azul). Esta edición incluye una selecta bibliografía que estudia la obra escrita de Picasso, a la que hay que añadir ensayos recientes entre los que cabe destacar Picasso. Poemas y declaraciones, de Antonio Jiménez Millán, Picasso, Écrits, de Marie-Laure Bernadac, La guerra y el cosmos en los textos de Picasso, de Lydia Csató y Textos españoles 1894-1968 de Rafael Inglada. Picasso, como Dalí, Buñuel y Tapies, prolongaba así una tradición que se iniciaba con Leonardo da Vinci y se prolongó en artistas como Van Gogh, Gaugin, Matisse o Paul Klee.