Para la prensa francesa es la exposición con mayor público del mundo, con la mayor superficie al aire libre y, sin duda, con el encanto inigualable de la Ciudad de la Luz. Bienvenues a Photoquai, la Bienal de las Imágenes del Mundo, una iniciativa del Museo Quay Branly que celebra este año su cuarta edición.
PHTQ4 «invita al público a descubrir las obras de fotógrafos contemporáneos desconocidos en Europa, a descubrir la fotografía no occidental», como explica Stéphane Martin, Presidente del Musée du Quai Branly en París.
A lo largo de las orillas del Sena y hasta el jardín del museo, PHTQ4 expone el trabajo de 40 fotógrafos procedentes de Nigeria, Colombia, México, India, Rusia, Chile, Tailandia, Australia, Filipinas, Mozambique, Panamá, Corea, Brasil, Ukrania, China, Bangladesh, Perú, Burkina Faso, Indonesia, Nepal, Taiwan, Japón, Irak, Jordania, Kuwait, Australia, Arabia Saudí, Sudáfrica e Israel. Casi nada. Un completísimo retrato de la evolución de la fotografía, de los puntos de vista, los colores y las perspectivas fuera de los cánones occidentales.
Este año, bajo el tema «Mírame», Photoquai celebra la figura humana y sus proyecciones, tomando paisajes, objetos, moda o arquitectura como elementos secundarios que acompañan al ser humano.
Bienal parisina con firma española
Un español, Frank Kalero, fundador de la revista de fotografía Punctum, se encarga este año de la Dirección Artística de la Bienal y, con la colaboración de ocho comisarios de Asia, América Latina, Australia y África, han seleccionado a 40 fotógrafos de los más de 200 portafolios recibidos desde todas partes del mundo.
«La imagen digital que promueven y transmiten los medios de comunicación y las redes sociales se intercambia y comparte en tiempo real, a la velocidad del rayo. Eso nos permite acceder a vidas, contextos y ambientes, que son ahora más fáciles de entender, fortaleciendo así una comunicación global e inmediata», cuenta Frank Kalero. «Traducir esta realidad contemporánea y llevarla a las paredes de imágenes a lo largo del Sena es llevar la mirada a esta multitud de identidades».
Para el Director Artístico «consiste en pedir a los visitantes - andantes, curiosos o aficionados - que se paren y observen. Que lean el mundo a través de aquellos que se dejan mirar. Y puede ser también que se cree una conciencia común a través de un fotógrafo que ofrece su visión del mundo a un desconocido. Esta visión múltiple tiene la fuerza de un diálogo, una conversación en la que la empatía y la estética son fuentes de conocimiento».
Un intercambio cultural, un cruce de miradas planetario gratuito y abierto día y noche, un menú largo y variado, ésto es Photoquai, un viaje con 400 paradas, 400 imágenes que te transportan al otro lado del objetivo, al otro lado del mundo, este Mundo que nunca sabes dónde empieza y dónde acaba.