«No es verdad». Así de tajante se ha mostrado Phil Hogan, comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural durante su visita a Madrid cuando alguien insinuaba los perjuicios que tendrá el TTIP para el sector agroalimentario europeo. Para el que fuera ministro irlandés de Medio Ambiente, en lugar de poner en riesgo la calidad de los productos, el acuerdo de comercio con Estados Unidos abre una nueva posibilidad para desarrollar el sector mediante las exportaciones; un futuro que además tendrá que conjugarse con una mayor implementación de las nuevas tecnologías en el ámbito rural.
Para Hogan el aplazamiento de la votación del acuerdo bilateral de comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos es «claramente», una mala noticia. En la actualidad, Europa exporta el 80% de la producción agrícola, y según los cálculos de su departamento, cuando se firme el acuerdo los productos agroalimentarios se abrirán a un mercado de 800 millones de consumidores. «La gente tiene que darse cuenta de que es un desarrollo muy positivo lograr exportar a Estados Unidos», ha insistido durante un desayuno informativo en Madrid.
Es por ello que ha hecho un llamamiento a los Estados Miembros a «dejar de mirarse el ombligo» en aras del bienestar común del conjunto de la Unión. «Así no vamos a crear los empleos ni el tipo de recuperación que queremos para nuestras sociedades y empresas ha insistido. Así mismo, Hogan ha invitado a los productores a «no ser tímidos», a la hora de explotar cualquier posibilidad.
Durante su intervención ha intentado también acallar las voces críticas que cuestionan a cada paso el acuerdo de comercio con Estados Unidos. En su opinión, la firma del llamado TTIP no repercutirá en el proceso de producción ni incentivará a los empresarios a producir alimentos de menor calidad. «En ningún caso se cuestionarán las normas y niveles de trazabilidad y calidad de los alimentos», ha reiterado. Ha prometido, «estar vigilante» para que algo así no ocurra.
Hacia una agricultura tecnológica
En cuanto a la estrategia de su cartera, Hogan considera que atraer la inversión será clave para el sector agroalimentario. «Tenemos que hacer un gran esfuerzo por promover este sector como atractivo para jóvenes con espíritu empresario», ha explicado. Cree que de esta manera se podrían general más de 300.000 puestos de trabajo en toda la Unión Europea. «Hay que decir a los empresarios que invertir en el sector agroalimentario es rentable», ha insistido.
Parte de esa inversión debería estar, en su opinión, canalizada a una mayor implementación de las tecnologías en el sector agroalimentario. «La innovación es prioritaria», ha insistido. El que fuera ministro de Medio Ambiente ha recordado que la Comisión impulsa planes millonarios para invertir en investigación agrícola y que el principal objetivo de las empresas debería ser el de convertirlo en una forma de lograr mayores beneficios.
En España el sector agroalimentario supone un 9 % del PIB y emplea a más de 2,5 millones de personas. Hogan ha invitado al país a hacer de su agricultura una forma de consolidar el crecimiento económico y ha invitado a los productores a fijarse en los mercados emergentes, «donde cada vez hay una mayor necesidad de alimentos de calidad». Todo ello habrá que hacerlo en el nuevo contexto de la reforma de la PAC, que ha cambiado la forma de conceder los agricultores.
Hogan ha pedido paciencia antes de poner en cuestión la efectividad de la reforma. «Ninguna empresa se plantearía reformar un plan de acción cuando apenas lleva cinco meses de rodamiento», se ha excusado.