Pesimismo internacional ante las cumbres del clima y del G-20

Este martes se abre una agenda internacional de la que debería depender el futuro inmediato del planeta. Puede parecer ciencia-ficción, pero los dirigentes mundiales tienen en su mano la lucha contra el cambio climático y la reforma del sistema financiero que debería evitar nuevas crisis.

Europa, Estados Unidos y los países emergentes están sumergidos en un conflicto de intereses que hace prever pocos avances. Un repaso a la prensa internacional refleja el pesimismo con el que se abordan estas cumbres internacionales.

Estadio de Pittsbourgh
Pittsbourgh/Foto:VistaPittsbourgh

En diciembre, la cumbre de Copenhague tiene que renovar los acuerdos de Kyoto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es una apuesta mundial que a partir de hoy tiene su prueba previa en Nueva York, con una reunión internacional que debería dejar el camino despejado. Las previsiones apuntan en dirección contraria.

Aunque The New York Times cuenta que las emisiones de CO2 revelan su mejor cifra en 40 años, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon ya ha dicho que el riesgo de fracaso es real, como destaca Le Figaro.

The Financial Times titula de una forma gráfica, «las nubes sobre la cumbre del clima enfrentan a Europa y Estados Unidos». Dice el periódico que para Bruselas, la administración Obama es poco ambiciosa y está desviando un problema que realmente está en China e India.

Para los 27, la lucha contra el cambio climático debe vincularse a la salida de la crisis financiera. De una reunión a otra, de un pesimismo a otro. La cumbre del G-20 a final de semana en Pittsbourgh no se presenta con mejores credenciales. The Financial Times prevé otro «impasse» si , como se teme, no se apuntan medidas capaces de sancionar a los países que se salgan de las pocas iniciativas de consenso para estabilizar los mercados financieros.

Los bonus a ejecutivos vuelven a enfrentar a Bruselas y Washington. Además Le Monde recuerda las 32 medidas acordadas ya por el G-20 en Londres y los escasos avances logrados desde entonces, cuando no el fracaso puro y duro.

Entre una reunión y otra, la Asamblea General de la ONU, donde más allá de las frases grandilocuentes habituales, puede haber sorpresa. El País asegura que Brasil alborota el orden mundial. El Presidente Lula se dispone a pedir una reforma profunda de las instituciones financieras ante los representantes de 192 países. euroXpress