Durante dos semanas se ha celebrado en Bonn una reunión preparatoria de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático que se debe celebrar en diciembre en Cancún, México, y que sigue a la fallida Conferencia de Copenhague. El tiempo pasa y en 2012 finaliza el protocolo de Kioto y la ONU quiere tener listo un compromiso de reducción de emisiones y de adaptación al cambio climático, al que los países no terminan de llegar.
En representación de la presidencia española de la UE, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Alicia Montalvo, aludió en la sesión de clausura a la «preocupación» de la UE por la lentitud del debate sobre los objetivos de reducción de emisiones de cada país y por la falta de claridad en los planes de los países en desarrollo.
«No es una sorpresa que algunos piensen que no es el documento perfecto. Pero están dispuestos a trabajar en él», ha dicho Yvo de Boer.
La principal crítica de los países en desarrollo es que no se contempla la posibilidad de ampliar el protocolo de Kioto un segundo plazo. El problema para esta ampliación depende, como tantas veces, de que Estados Unidos quiera adoptar legalmente objetivos de reducción de emisiones que fue lo que hicieron el resto de países que ratificaron el primer documento.
El texto que se ha presentado en Bonn, muestra un cierto acercamiento en cuestiones como la financiación para los países en desarrollo, adaptación al calentamiento global, reducción de la deforestación y transferencia tecnológica.
Nadie parece tener expectativas para que en Cancún se consiga un compromiso legal pero confían conseguirlo un año más tarde en Sudáfrica.
Las Organizaciones no Gubernamentales han visto un ligero avance, desde WWF señalan que el progreso que se ha logrado en Bonn ha sido sobre todo el resultado de «una mejora del espíritu de trabajo en equipo entre los negociadores, donde países del Norte y del Sur han trabajado conjuntamente creando coaliciones atípicas, y generando dinámicas nuevas y espacio para alcanzar soluciones y compromisos.»
En la Conferencia se ha rendido un pequeño homenaje al holandés Yvo de Boer, responsable de la ONU para el cambio climático, quien cede el cargo a la costarricense Christiana Figueres. De Boer ha estado cuatro años en el cargo, a partir de ahora trabajará en el sector privado.