Entre el 10 y el 20 por ciento de los menores europeos sufre algún tipo de abuso sexual. La Comisión Europea propone nuevas normas que obliguen a los Estados miembros a imponer castigos más duros a quienes abusen sexualmente de menores.
«Abusar sexualmente de un menor significa someterlo a un delito horrendo que le deja profundas cicatrices para toda su vida. Explotar sexualmente a un menor significa utilizarlo como objeto sexual y aprovecharse de su sufrimiento», ha dicho la comisaria de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström quien ha añadido que la UE «debe y hará todo lo que pueda para evitarlo».
El número de sitios de Internet que se dedican a la pornografía infantil está creciendo. Cada día se ponen en circulación 200 imágenes que cada vez son más explícitas y más violentas,
La propuesta de la Comisión se dirige a establecer sanciones penales más severas en toda la UE para los abusos y explotación. Además se incluyen nuevas formas, como la preparación de los delitos o perseguir a los turistas sexuales cuando regresen a su país.
Se tendrá especial cuidado de que las entrevistas de los niños con la policía o las autoridades judiciales no representen para ellos un trauma adicional.
En cuanto a la trata de seres humanos, la Comisión hace una propuesta que ayudará a combatirla, apoyará a las víctimas y endurecerá las medidas contra los responsables de ese tráfico.
La comisaria Malmström ha declarado que «en el siglo XXI no debería haber mujeres y muchachas reducidas a la esclavitud sexual, niños golpeados y maltratados obligados a pedir y a robar, y jóvenes adultos a los que se fuerza a trabajar en condiciones espantosas por salarios de miseria».
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hay más de dos millones y medio de personas en el mundo forzadas a trabajar a consecuencia de la trata de seres humanos. La mayor parte, el 43%, ejercen la prostitución -mujeres y muchachas en su mayoría- o en trabajos serviles, el 32%. Se calcula que cientos de miles de personas son introducidas en la UE, cada año, para ser explotadas.
Las nuevas normas, obligarán a los Estados miembros a actuar en tres frentes: procesar a los delincuentes, incluso si cometen los delitos en el extranjero . Proteger a las víctimas que recibirán alojamiento, atención médica, atención letrada y protección para testigos. Prevenir los delitos, aumentando la información a las víctimas potenciales y a los funcionarios públicos para que puedan detectar los casos y hacerles frente.
Estas propuestas se discutirán en el Parlamento y en el Consejo de Ministros y una vez aprobadas deberán incorporarse a las legislaciones nacionales, si no se cumplen correctamente la Comisión podrá llevar a los países ante el Tribunal Europeo.