La UE ha publicado una declaración en la que lamenta la ejecución de tres presos en Japón, y pide a las autoridades que apliquen una moratoria con vistas a la abolición de la pena capital en ese país. Es la segunda serie de ejecuciones en dos meses que firman las autoridades niponas.

La pena de muerte es algo que en Japón se ejecuta con absoluto sigilo, ni siquiera se informa a las familias, muy pocas veces trasciende a la prensa nacional o internacional. Normalmente sólo se comunica el número de ajusticiados después de que se haya cumplido la sentencia. La muerte en la horca de estos tres reos se ha sabido tres días después de que hubiera ocurrido.

Esta vez el ministro de Justicia, Kunio Hatoyama, ha hecho públicos los nombres, así como los crímenes por los que fueron condenados y los lugares de la ejecución, a petición de los ciudadanos y para dejar claro que los procesos se hicieron de forma adecuada.

En la declaración que ha hecho pública la presidencia de turno de la UE, a cargo de Suecia, recuerda que los 27 se oponen al uso de la pena de muerte en cualquier caso y circunstancia y la califica como "cruel e inhumana".