Los beneficiarios deberán demostrar que tienen un billete de avión para continuar su viaje o el visado de otro país tercero en el que continuarán su visita. La decisión de acelerar el visado permitirá desarrollar el turismo, que el gobierno chino quiere desarrollar como un «sector estratégico y un pilar de la economía nacional».
Las autoridades municipales calculan que en 2015 en el aeropuerto internacional de Pekín habrá en tránsito 1.300.000 pasajeros. La mitad de ellos podrían aprovechar su escala para visitar la Ciudad prohibida o el Palacio de verano. Los extranjeros que se acojan a esta posibilidad, no podrán visitar ninguna otra provincia o ciudad. Los responsables policiales han dicho que quien lo haga será castigado de por vida y no podrá viajar a China.
Shangai ya aplica desde hace años una exención de visados que permite a los viajeros de ciertos países europeos, de Estados Unidos y Japón permanecer en la ciudad durante 48 horas. El aeropuerto internacional pekinés es el segundo del mundo en el número de pasajeros, tras el de Atlanta, con más de 47 millones de pasajeros en los primeros siete meses de 2012, según el Consejo Internacional de Aeropuertos (AIC).
Las autoridades chinas abren el país al turismo. Shangai, espera triplicar el año que viene el número de cruceros turísticos internacionales que hagan escala en su nueva terminal de cruceros, con una capacidad para 200 barcos de este tipo. Esta ciudad, que ya es el mayor puerto mercante del planeta comenzó hace dos años a acoger barcos de este tipo. Este año más de 60 cruceros internacionales han atracado en el puerto de Wusong, con unos 300.000 turistas.