El socialismo gubernamental francés gira un poco más a la derecha y hace una depuración polítca, colocando a un joven banquero, no adscrito al partido como ministro de Economía. Se trata de Emmanuel Macron, de 36 años, considerado por algunos como el «cerebro» de la política económica del presidente François Hollande, y que ha trabajado en la banca Rothschild. En el ámbito político ha participado activamente en el G-20, en varios foros internacionales de renombre y en las negociaciones europeas. Su nombramiento servirá para allanar las diferencias entre París-Berlín-Bruselas, bastante deterioradas por las continuas críticas del exministro Montebaurg.
También tiene 36 años, Najat Vallaud-Belkacem, que deja la cartera de Derechos de la Mujer para convertirse en la primera ministra de Educación, lo que ha supuesto un importante reconocimiento político.
No todos los críticos han tenido que abandonar el gobierno de Valls. Se mantiene la ministra de Justícia, Christiane Taubira. El jefe del ejecutivo francés ha intentado incorporar a su gabinete a dirigentes ecologistas y de izquierda aunque no ha recibido respuestas positivas, lo que ha hecho que la remodelación gubernamental haya sido menor de la que se podía prever en un principio.
Mantienen su cartera Fabius (Asuntos Exteriores), Royal (Ecología), Sapin (Finanzas), Cazeneuve (Interior), Touraine (Asuntos Sociales y Sanidad). Stéphane Le Foll se mantiene en Agricultura, pero asume también la cartera de portavoz del gobierno, Rebsamen se mantiene en Trabajo Social y Diálogo Social, Sylvia Pinel (Vivienda), Marilyse Lebranchu (Descentralización y Función Pública) y Georges-Pau Langevin (Territorios de Ultramar), Fleur Pellerin, sustituye a Filippetti en Cultura y Comunicación.
En declaraciones a France 2, Manuel Valls, ha explicado que "no podíamos aceptar que los ministros cuestionaran en el exterior la línea definida por el Presidente de la República" y ha destacado la juventud y la presencia de caras conocidas en su nuevo ejecutivo. Valls ha insistido en que sus objetivos son "ayudar a las grandes empresas, pero sobre todo a las pymes, y potenciar la economía social y solidaria y la creación de empresas".
La decisión de retirar algunos de los ministros más críticos con su política económica, representantes del ala izquierda del PS, puede dificultar la futura política del gobierno socialista, ya que en la Asamblea solo tiene un diputado por encima de la mayoría (290 de 577 escaños).