El verano toca a su fin y la vuelta a la rutina es inminente. Pese a la crisis económica que parece amenazar al turismo, todo apunta a que éste saldrá airoso una vez se conozcan las cifras de la segunda parte del año.
Y es que en el primer semestre de 2013 y sin estar incluidos meses tan importantes a nivel global como julio y agosto, los destinos turísticos del mundo recibieron a casi 500 millones de visitantes (494), lo que supone un 5 % más respecto al mismo periodo de 2012, según datos hechos públicos por la Organización Mundial de Turismo (OMT) en su 20ª Asamblea General.
Las economías emergentes crecen un punto más, hasta el 6%, que las economías avanzadas, que lo hacen en un 4%. Es decir países como Brasil o destinos del sudeste asiático como Malasia fueron los más beneficiados del incremento de 25 millones de turistas internacionales que decidieron este año hacer las maletas y no quedarse en casa como en años anteriores.
La OMT se muestra esperanzada en la tímida recuperación del turismo. Por zonas, Europa creció un 5 % destacando los datos de Europa Central y Oriental (+10%), mientras que la parte Meridional y la Mediterránea (+6%) también lo hicieron. Asia y el Pacífico (+6%) con los destacados datos del Sudeste Asiático (+12%) y la parte de Asia Meridional (+7%) volvieron a gozar de otro impulso en sus principales destinos turísticos caracterizados por sus grandes playas y su envidiable entorno natural.
África, gracias al repunte de países como Marruecos, creció un 4 %, y América un decepcionante 2 %. Por países, destacaron las subidas de gigantes como China (+31%) y Rusia (+22 %).
Pero sin duda, los destinos turísticos de siempre, han sido los reyes de los viajes organizados y las escapadas de un gran número de turistas. Visitar la Torre Eiffel o darse un paseo por los Campos Elíseos de París, recorrer la ciudad eterna de Roma o la naturaleza de la Toscana, sumergirse en las playas del Mediterráneo español, visitar los monumentos más emblemáticos de la city londinense o visitar enclaves culturales como Austria o Alemania, por solo citar algunos ejemplos, han vuelto a poner en evidencia que Europa continúa siendo la región más visitada del mundo y donde irán a parar buena parte de los más de 1.075 millones de dólares que se espera deje el turismo internacional en 2013.
Es conocido que países como Francia, España, Italia, Reino Unido o Alemania son las cinco potencias turísticas del viejo continente. Pero a la hora de planear un viaje, también destacan otros enclaves turísticos europeos como Grecia, Países Bajos, Austria, Irlanda, Polonia o Portugal, países donde la historia, la gastronomía y una importante oferta cultural y de ocio hacen que el turismo represente una parte importante de su Producto Interior Bruto (PIB).
Según datos proporcionados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) correspondientes al informe «Tendencias y políticas del turismo de la OCDE en 2012», en los 34 estados que integran esta organización, el sector turístico representó de media el 4,2 % del PIB y el 5,4 % del empleo. Un dato que se dispara especialmente en España donde representa el 10,2 % del PIB y el 11,5 % del empleo.
Letonia y Eslovaquia en la UE, y Moldavia y Bielorrusia en Europa, los menos visitados
Los países de la Unión Europea (UE) absorben el 50,2 % de las llegadas mundiales de turistas y, año tras año, se repiten los mismos destinos. Pero, ¿qué países de la Unión Europea son los menos visitados? ¿y qué países de Europa apenas reciben ingresos por parte del turismo? ¿qué tienen que mostrar al mundo países que están lejos de aparecer tan siquiera en los catálogos de cualquier agencia de viajes que se precie?.
Cuando llegan las vacaciones y uno no quiere toparse con cientos de turistas tomando fotografías de los enclaves históricos más famosos o no quiere tener problemas a la hora de reservar una habitación en un hotel céntrico. En ese caso, puede elegir alguno de los países del viejo continente donde, parece, que el turismo pasa de largo y apenas tiene incidencia en la economía del país, en algunas ocasiones pese a los esfuerzos de cambio del gobierno de turno.
Un par de ejemplos son Estonia y Letonia, países miembros desde 2004. El primero apenas recibe 2,7 millones de turistas al año que se dejan poco más de 1.200 millones de euros, una cifra paupérrima si la comparamos con los 56 millones de turistas que llegan a España o los 30 de Alemania donde el turismo se deja más de 38 mil millones de euros.
A orillas del golfo de Finlandia se encuentra la capital del país, Tallin. Construida en la edad media, la Vana Tallinn o la ciudad vieja es su parte más emblemática y es dónde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad y la plaza más importante. Como curiosidad, en la esquina de dicha plaza se encuentra la farmacia más antigua de toda Europa que data de principios del s. XV. Las calles Pikk y Lai, la iglesia del Espíritu Santo, la iglesia de san Olaf del s. XIII y las famosas Tres hermanas -ahora convertidas en hotel-, unas famosas casas medievales son lugares imprescindibles a la hora de planear un viaje a Estonia.
Letonia también sigue siendo un completo desconocido para el turista, apenas 1,4 millones visitan anualmente el país dejándose apenas 745 millones de euros. Su capital es Riga, cuyo centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para los aficionados al art noveau, viajar a Letonia es un valor seguro ya que aglutina una de las mayores colecciones de edificios de esta clase de Europa. Entre sus lugares de interés destaca la catedral con su gran órgano y la famosa puerta de Suecia, las iglesias de san Pedro, san Jacobo y san Juan, el castillo de Riga, el pletórico jardín Viestura y sus casas mercantiles de la Edad Media.
Lituania, que ostenta este semestre la presidencia de la UE, con 1,7 millones de turistas tampoco parece ser atractivo para las grandes masas, pese a la belleza de ciudades como Vilna y su casco antiguo medieval considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y de los mejor conservados. Los parques, jardines públicos o reservas naturales cubren casi la mitad del país que posee una gran extensión de bosques. Destacan los parques Vingis, Sereikiskés y Kainu como símbolos de orgullo lituano.
La ciudad ofrece otras localizaciones dignas de ser visitadas como el castillo alto del s. XIV, la catedral neoclásica, la iglesia de santa Ana de estilo barroco, la universidad de la ciudad del año 1500, el centro de Tolerancia para rememorar el exterminio judío llevado a cabo por los soviéticos, el museo del ámbar y también 30 lagos y 16 ríos que recorrer.
Algo parecido le ocurre a Rumanía con 1,6 millones donde su turismo sigue sin despegar aunque cada vez tiene una mayor fuerza en el PIB del país, o Eslovaquia con 1,5, otro de los países miembros que no pueden presumir de ser suficientemente atractivos o donde el gobierno no suele aplicar grandes sumas de dinero en promocionarlo.
¿Y fuera de la UE?. En Europa, y según datos de la OMT, Moldavia (89.000 turistas anuales), Bielorrusia (119.000), San Marino (139.000 turistas), Macedonia (351.000), Bosnia (439.000), Liechtenstein (540.000), Islandia (566.000), Serbia (810.000), Armenia (843.000) completan el grupo de los diez países del viejo continente menos visitados.