La dirección de Windjet decició suspender sus vuelos el sábado por la noche cuando se interrumpieron las negociaciones con la primera compañía aérea italiana para salvarla de la quiebra. Según la prensa italiana, la empresa no tenía ya dinero ni para el carburante y ya ha devuelto algunos aviones adquiridos en leasing.
El domingo fue un día de caos para los pasajeros que habían acudido al aeropuerto de Fiumicino, en Roma, y otros de distintas ciudades italianas cuando se encontraron con la suspensión de sus vuelos, en uno de los días de mayor tráfico aéreo, en plenas vacaciones de agosto.
El problema se extiende a todos los que ya han adquirido sus billetes para volar con Windjet en los próximos meses, de modo que las autoridades italianas están negociando acuerdos con otras compañías, Alitalia, Meridiana, Blu Panorama y Neos, para acogerlos manteniendo las tarifas que habían abonado.
La web de WindJet no está operativa hoy y remite a los pasajeros con billete a los servicios de los respectivos aeropuertos para conocer la operatividad de sus vuelos.
El ministerio de Economía italiano ha convocado a responsables de WindJet y Alitalia para conocer detalles de la ruptura de negociaciones. Alitalia asegura que la compañía de low cost no ha presentado a tiempo la documentación que se exigía sobre su patrimonio y los permisos de las autoridades de competencia italianas.