Los servicios meteorológicos franceses han declarado en 33 departamentos la alerta roja, siguiendo con una ola de calor que se inició el jueves. La nueva alerta añade doce departamentos del noreste a los del centro y del sur que ya estaban en «vigilancia naranja». Las temperaturas han alcanzado los 39 grados en Burdeos, un récord en la segunda quincena de agosto que no se alcanzaba desde 1922, cuando llegaron a los 38,7 grados. El mercurio ha marcado los 39 grados también en ciudades como Estrasburgo o París, que no está en alerta, porque según los expertos, se trata solo de «un pico de calor».
En la capital francesa las autoridades han tenido que poner el nivel dos de alerta por altas temperaturas, y los numerosos turistas que visitan estos días París se refrescaban como podían en las fuentes parisinas. Miles de franceses no han tenido tanta suerte y han sufrido las altas temperaturas en pleno colapso de tráfico. Curiosamente muchos conductores habían salido de madrugada a la carretera para intentar llegar a las playas, pero han sido tantos, que han coincidido en la autopista formando largas colas de coches parados. La más afectada ha sido la autopista del Sol, en el sur. En las regiones de Lot y Garona, junto a los Pirineos, se ha llegado a los 42 grados, las más altas del país.
Los expertos consideran que se trata de la mayor ola de calor que vive Francia desde 2003, cuando las altas temperaturas causaron la muerte de 15.000 personas, según datos del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia (INED).
En Londres no han alcanzado esos grados, aunque ellos utilicen la escala Fahrenheit. En la capital británica han llegado a los 32 grados centígrados, una temperatura nada habitual para los londineses que han aprovechado las fuentes de Hyde Park y las sombras para refrescarse.
En el Mediterráneo las temperaturas también son muy elevadas, aunque estemos en pleno mes de agosto. En Roma, tienen más suerte y sólo tienen que desplazarse unos 25 kilómetros para poder pasar la ola de calor en la playa. Italia ha sufrido ya en lo que llevamos de verano varias olas de calor en todo el país. En Croacia, un fuego forestal ha quemado 600 hectáreas cerca de Split. Más de 100 bomberos, con la ayuda de hidroaviones, trabajan para controlar el incendio. La falta de humedad dificulta las tareas de extinción.
La semana pasada fueron los países del centro-sur de Europa los que sufrieron la canícula de verano. Una ola de calor recorrió el centro de Europa colocando el termómetro por encima de los cuarenta grados en ciudades como Belgrado, Bucarest y Zagreb. Las escasas lluvias que se han registrado en los últimos tres meses inciden ahora en una sequía extrema.
La masa de aire africano que ha invadido la península Ibérica ha provocado un nuevo ascenso de las temperaturas, con máximas por encima de los 40 grados en el interior de Andalucía, en Murcia, en amplias zonas de la meseta sur y en el valle del Ebro. 35 provincias están en alerta por las altas temperaturas de esta segunda ola de calor que llega al país en pocos días. El calor se ha notado sobre todo en el interior de la península y especialmente en Aragón. En Zaragoza se han superado los 41º. Madrid y algunas localidades de Cataluña también han superado los 40, Toledo, Guadalajara, Ciudad Real y Cuencahan tenido temperaturas similares.