La economía global empieza a crecer modestamente, pero a diferentes velocidades, y Europa va a la cola, según el informe de Perspectivas económicas mundiales, que ha presentado la OCDE. El crecimiento de la economía mundial este año será del 3,4%, frente al 3,6% registrado en 2011, mientras que en 2013 se acelerará al 4,2%. Sin embargo, mientras que en Estados Unidos se espera un crecimiento del 2,4% este año y del 2,6% en 2013, en la eurozona se prevé una contracción del 0,1% en 2012 y una expansión del 0,9% el año próximo.
El crecimiento en los 34 países miembros de la organización, que engloba en general a los más ricos del mundo, se desaceleraría este año a un 1,6 por ciento desde el 1,8 por ciento en 2011 y luego llegaría a un 2,2 por ciento en 2013.
La OCDE sigue apostando por los ajustes en Europa, pero teme que entre en un círculo vicioso que lastre el crecimiento, de modo que propone que el ritmo del ajuste debe depender de las circunstancias específicas de cada país». El economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, recomienda a los países del Norte de la eurozona que apliquen políticas para facilitar el ajuste a los del sur, que estimulen la demanda y el incremento de las inversiones. «Hay que hacer más, no basta simplemente con esperar a que las medidas de ajuste hagan efecto», ha sentenciado.
La OCDE insta a la UE a evaluar todas las opciones para frenar la crisis, incluidos los eurobonos., aunque Padoan reconoce que no hay acuerdo sobre su implantación por «el viejo problema de Europa, la confianza mutua no es suficientemente fuerte».
Su secretario general, Angel Gurría, ha señalado que hay que sorprender a los mercados: «Si el mercado está esperando 50 (ideas), tenemos que poner 100 sobre la mesa», ha dicho. Además desde la organización europea se pide un mayor papel del Banco Central Europeo en la crisis, sin excluir una nueva inyección de liquidez en el sistema bancario.
Sobre España, las perspectivas económicas también son malas para la OCDE, que estima un desequilibrio presupuestario del 5,4% en 2012 y del 3,3% 2013, inferior a las estimaciones de la Comisión Europea. Pero además de concluir que España no cumplirá los objetivos de déficit comprometidos, preocupa la situación de la banca. La recomendación de la OCDE es «reconocer las pérdidas rápidamente, recapitalizar los bancos que son viables y cerrar los que no lo sean».