En los últimos 50 años, se han perdido hasta 13.000 kilómetros cuadrados de hielo en la Antártida como consecuencia del desplazamiento, hasta seis veces más rápido que a principios del siglo pasado, de los glaciares. El hielo submarino se debilita, el nivel del mar aumenta y los animales que la habitan, encuentran serios problemas para subsistir. Y es que los efectos del cambio climático están siendo devastadores para una de las zonas del planeta considerada de las más frágiles.
Con tal de paliar estas graves consecuencias, la Unión Europea, Australia y en especial Francia propondrán en la próxima reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), la creación de una gran área protegida en la Antártida que podría llegar a abarcar hasta 1,6 millones de kilómetros cuadrados en el este de esta región del planeta. Esta área estaría compuesta por siete zonas especialmente protegidas con el objetivo de controlar la actividad pesquera, la sobreexplotación de los recursos de sus aguas y asegurar la conservación presente y futura de los recursos naturales de la Antártida.
Sin embargo, los intereses de las diferentes naciones vecinas de esta parte del Planeta han impedido en varias ocasiones en el último año la creación de un acuerdo de estas características. La CCALMR espera poder llevarlo a cabo esta vez, «esta medida de protección ha sido diseñada para múltiples usos, de tal manera que los objetivos clave de conservación puedan ir en paralelo con el acceso continuo a esta área según el marco implementado por CCAMR», ha declarado Fleming, director de la División Australiana Antártica.
La ciudad australiana de Hobart será el lugar de reunión entre los próximos días 23 de octubre y 1 de noviembre para terminar de pulir este acuerdo y aprobar la propuesta de las partes implicadas. Australia, Francia y la UE tienen especial interés en proteger la zona este de la Antártida, mientras que Nueva Zelanda y EEUU quieren salvaguardar la región del Mar de Ross.
El peligro del calentamiento de las aguas
Hace apenas un mes, se conocían nuevos y alarmantes datos sobre la pérdida de hielo de la Antártida. Según una investigación conjunta entre profesionales de las universidades de Bristol (Inglaterra), California (Estados Unidos) y Utrech (Holanda) y publicada en la prestigiosa revista Nature, algunas zonas de esta región ya tienen pérdidas del 90% respecto a unas cuantas décadas atrás. Dicho estudio también revelaba que la Antártida pierde más hielo del que se pensaba por la fusión de la parte inferior de las plataformas sumergidas de hielo.
Todos los años, 2.800 kilómetros cúbicos de hielo abandonan la Antártida en forma de iceberg, aunque las nevadas los reemplazan, «hasta hace poco, se asumió que la mayor parte del hielo se pierde a través de icebergs. Ahora nos damos cuenta de que la fusión por debajo de las plataformas de hielo en el océano es igualmente importante y en algunos lugares, mucho más», declaraba Jonathan Bamber, profesor de la Universidad de Bristol. Los investigadores deducen que estas plataformas pueden ser muy vulnerables a los cambios que el progresivo calentamiento de las aguas puede provocar en un futuro no demasiado lejano.