Barack Obama, el tercer presidente estadounidense invitado a hablar ante el Parlamento británico, pero el primero en hacerlo en Westminster Hall, reservado habitualmente para los discursos de la reina, ha basado su alocución más oficial en las relaciones trasatlánticas y en la colaboración de Estados Unidos y la Unión Europea que ha calificado de «indispensable» para el mundo. Hizo hincapié en la importancia de mantener la colaboración en diversos aspectos como el liderazgo económico, la defensa de los derechos humanos y los valores comunes así como la cooperación en materia de seguridad.
En referencia a las economías emergentes señaló la importancia de que la alianza evolucione y se adapte a las nuevas circunstancias. Ha dicho que deberán redoblar sus inversiones en educación y nuevas tecnologías y ha hecho una declaración de principios respecto a los cambios en Oriente Medio y en el norte de África «Creemos no solo en los derechos de las naciones, sino en los derechos de los ciudadanos» ha dicho, y ha propuesto un plan de apoyo político y económico a los países que hagan reformas democráticas, como Egipto o Túnez.
Antes del discurso ante las Cámaras, Barack Obama y David Cameron, habían mantenido un encuentro en el que abordaron la situación de Libia, Yemen, la guerra de Afganistán y Oriente Próximo. En la rueda de prensa posterior a su entrevista se mostraron de acuerdo en mantener la presión sobre el régimen libio hasta hacerque abandone el poder el coronel Gadafi. Cameron, aseguró que su país estudiará las opciones para «aumentar la presión», mientras que Obama aseguró que no enviarían tropas de tierra.
En cuanto a Oriente Medio, el presidente de Estados Unidos, dijo que es «urgente» que se retomen las conversaciones entre israelíes y palestinos y aseguró que la paz es posible, aunque ambas partes deberán adoptar «compromisos dolorosos». Se mostró en desacuerdo con la declaración del presidente palestino Mahmud Abás, de que pedirá a la ONU su aprobación para un Estado palestino independiente a menos de que se retomen las conversaciones de paz de inmediato y criticó el pacto entre Hamás y Fatah diciendo que Israel tiene razón al sentirse preocupado por ese acuerdo.
Respecto a Afganistán, los dos mandatarios hablaron de la importancia de comenzar un proceso de transición y de retorno de las tropas e hicieron un llamamiento al presidente del Yemen, Alí Abdalá Saleh para que entregue el poder.