Obama ha comenzado su visita a Polonia junto al presidente polaco, Bronislaw Komorowski, en la base estadounidense de Lask donde ha asegurado que los compromisos de Estados Unidos con Polonia y la región son básicos para la seguridad de los Estados Unidos.
Ha anunciado un plan estratégico de 1.000 millones de dólares para reforzar la presencia militar de su país en el este de Europa y ha definido el compromiso estadounidense con la seguridad de la región como «sacrosanto».
La visita de Obama coincide con el aniversario del «Día de la libertad» en Polonia, que conmemora las primeras elecciones parcialmente libres en el país hace 25 años. Numerosos líderes de la Europa del este y central, Bulgaria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Rumanía, Croacia, Estonia, Letonia y Lituania se encuentran en Polonia para estas celebraciones y Obama mantendrá un encuentro conjunto con ellos. También se reunirá el miércoles con el recién elegido presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.
En Bruselas asistirá a la conferencia del G7 y tiene programada una reunión bilateral con David Cameron. Al G7 no ha sido invitado el presidente ruso Vladimir Putin quien asistirá a las celebraciones en Francia del desembarco de Normandía a las que también acudirá Obama.
El presidente estadounidense trae a la Unión Europea su nuevo plan sobre cambio climático, que todavía debe ser aprobado por la Cámara de Representantes del Congreso, en el que tiene mayoría el partido republicano. Algunos de sus miembros niegan el cambio climático y otros rechazan que sean las actividades humanas las responsables. Varios de los Estados han dicho ya que no aplicarán las medidas.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha manifestado que el plan equivale a «un desmantelamiento unilateral de nuestra propia supremacía económica y la destrucción de las principales ventajas competitivas de nuestra nación en la economía global».
Opiniones como esas han hecho que durante años EE UU se haya resistido a poner en marcha medidas contra el cambio climático. Finalmente, la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA) propone una estrategia para reducir el 30 % de las emisiones de CO2 respecto a los niveles de 2005 antes de 2030, que, según informa, evitará 6.600 muertes prematuras y hasta 150.000 ataques de asma en niños.
Pero Obama trae otro interés a su gira europea: la energía. En este momento en el que la UE busca la forma de dejar de depender energéticamente de Rusia y diversificar sus fuentes, Estados Unidos se ofrece como exportadora de gas licuado.