Vuelve a pedir a los gobiernos que envíen unidades militares especializadas en amenazas biológicas
La epidemia consume los recursos de la organización, que ha luchado en solitario con los gobiernos afectados desde que se diagnosticó la enfermedad en el mes de abril. #StopEbola es la nueva campaña dirigida a los gobiernos y a los ciudadanos. «Estamos al límite y desbordados. Hemos llamado repetidamente al mundo para pedir ayuda porque no podemos más». Es el lamento y la crítica del presidente de MSF España, José Antonio Bastos, que ha recordado que el riesgo cero no existe. «Va a seguir habiendo casos de ébola en países occidentales mientras no se controle la epidemia en su origen», y ha indicado que hacen falta unos 5.000 profesionales sanitarios para dar respuesta a esta situación.
También es necesario el dinero. Por eso una parte de la campaña está dirigida a los gobiernos y otra a los ciudadanos. Las ayudas, de estos últimos, se pueden realizar por los métodos tradicionales, y también han puesto en marcha un SMS al 28003 (1,20€). Por 20 mensajes se puede comprar uno de los trajes de aislamiento con los que los sanitarios se visten para evitar el contagio y poder atender a los enfermos. Todos se destruyen una vez utilizados.
Bustos, ha advertido que hay una fase de aceleración de la enfermedad, que cada dos o tres semanas duplica su incidencia hasta llegar a la cifra, (oficial pero menor de la que podría ser real), de 10.000 casos diagnosticados oficialmente y 5.000 muertos. Y ha recordado que la lucha para evitar un problema de salud mundial, es obligación de los gobiernos y los organismos internacionales, «no de una organización como la nuestra».
Médicos sin Fronteras en España pide a los gobiernos, en especial al español, que envíe unidades militares, equipos de bomberos y protección civil, especializadas en amenazas biológicas. Lo pidieron el 9 de septiembre, pero el ejecutivo español todavía no les ha dado ninguna respuesta concreta. Ni a esa petición, ni a la de la ayuda económica para «cubrir algo que hacemos y que tendrían que realizar los gobiernos». Lo mismo pasó en la Asamblea de Naciones Unidas, donde su presidenta, Joanne Liu, pidió un compromiso mundial para que los gobiernos hicieran donaciones financieras y desplegaran urgentemente equipos internacionales . Hasta el momento Cuba, Estados Unidos y China, son los únicos que han movilizado masivamente personal en las zonas afectadas.
Pero el ébola comporta otros graves problemas en los países afectados. Uno es la estigmatización de los enfermos sanados. En España se han atendido 3 casos, dos misioneros contagiados en África, y una auxiliar de enfermería, Teresa Romero, que todavía continúa ingresada. Hoy el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ha denunciado que enfermeros del Hospital Carlos III que han atendido a pacientes con ébola están siendo «repudiados» por sus compañeros y familiares. Una situación todavía peor viven miles de personas que han superado la enfermedad en África. A ello hay que añadir niños huérfanos, problemas de abastecimiento de alimentos básicos y sobre todo el colapso del sistema sanitario, ya de por sí débil, de esos estados. «No se realizan operaciones básicas como una apendicitis o césareas por miedo al contagio», explica Fernanda Méndez, médica especialista en la enfermedad. «Tampoco se atienden otras enfermedades comunes en esa zona. La mortalidad indirecta es más alta que las causadas por el ébola».
La ONG ha pedido que se habilite el aeropuerto de Gran Canaria para poder enviar material, personal y alimentos a la zona. Tampoco ha habido respuesta gubernamental. De momento esta mañana desde el aeropuerto de Zaragoza ha despegado un avión con 14 ambulancias de UNICEF en dirección a Guinea Conakry. La carga forma parte de una serie de tres envíos financiados por la UE para trasladar a personas que puedan haber contraído el virus del ébola así como el transporte a Unidades de Tratamiento del Ébola en la capital y en el interior del país.
Estas ambulancias son «esenciales» ya que el sistema de salud y las instalaciones sanitarias están al límite. En la ausencia de equipamiento adecuado, muchos enfermos de ébola tienen que ir en coche al hospital lo que supone un alto riesgo de infección para próximos pasajeros.
El presidente de MSF en España ha comparado la situación que viven los tres países afectados con la del terremoto de Haití, el tifón Yolanda en Filipinas o una guerra civil. Pero la respuesta internacional, ha denunciado Bustos, «es infinítimante inferior».
Él ébola mata en silencio, es muy poco mediático y no destruye viviendas.