Recepcionistas no cualificados que hacían la comprobación inicial de los paciente en el servicio de urgencias, monitores cardíacos apagados porque el personal no sabía utilizarlos adecuadamente y cirujanos sin experiencia durante la noche, era una cosa habitual en Stafford. El informe destaca los bajos niveles de dotación de pesonal de enfermería, la falta de equipo, y la formación deficiente y sistemas ineficaces para identicar las deficiencias. «No hay duda de que los pacientes han sufrido y algunos han muerto como consecuencia de eso», concluye un informe científico-polical, que ha vuelto a levantar la polémica sobre el sistema sanitario en el Reino Unido (NHS).
El responsable de la investigación, Robert Francis, ha acusado a la dirección del centro y ha denunciado que muchos enfermos habían estado «habitualmente descuidados» mientras la administración se preocupaba más por la reducción de costos y objetivos». En su informe destaca «el sufrimiento espantoso e innecesario» de los enfermos y sus familiares.
Aunque es difícil saber cuantas personas habrían podido sobrevivir si hubieran recibido la atención suficiente, Robert Francis pide que se apliquen sanciones legales apropiadas a los responsables de la dejación del servicio público. También David Cameron ha anunciado que se investigará a otros cinco hospitales que presentan tasas de mortalidad muy elevadas. Esos centros son el Colchester University Hospital NHS Foundation Trust, el Tameside Hospital NHS Foundation Trust, el Blackpool Teaching Hospitals NHS Foundation Trust, el Basildon y Thurrock University Hospitals NHS Foundation Trust y el Lancashire Hospitals NHS Trust.