La edición francesa no va a dar tantas pesadillas y noches en blanco a la UEFA como la edición que acaba de terminar en Ucrania y Polonia. Sí hay una duda sobre el terreno, como organizar y cuánto va a costar una competición en la que por primera vez participen 24 selecciones, ocho más que en la actualidad. Pero el máximo responsable del organismo deportivo ha lanzado una idea al aire, que la Euro de 2020 con 24 equipos se celebre en 12 o 13 ciudades de diferentes países.
Michel Platini, por cierto el máximo goleador en un campeonato europeo con 9 goles, ha dicho que, de momento, es una idea y que el comité ejecutivo reflexionará sobre esa propuesta. Entre otras cosas hay que estudiar la repercusión económica que puede tener para los aficionados (ir de una ciudad a otra para seguir a su selección), y los problemas de concentración y desgaste que puede suponer a los jugadores.
En 2020 se celebrará el 60 aniversario de la Eurocopa, y la idea de Platini parece que tiene buena acogida. El presidente de la UEFA se pregunta «¿Por qué obligar a un país organizador o dos a construir diez estadios nuevos, aeropuertos, etc.? Habría un estadio por país, por ciudad en toda Europa, y sería mucho más simple y menos caro».
Actualmente los países que han presentado su candidatura para esa Eurocopa son las exrepublicas soviéticas de Georgia y Azerbayán, con una candidatura única; y Gales, Irlanda y Escocia, que proponen una candidatura triple, quizá una propuesta parecida a la que diseña Platini.
Por otro lado, la UEFA ha anunciado que repartirá 100 millones de euros entre 580 clubes de fútbol europeo que han cedido a sus futbolistas tanto para la fase previa (40 millones) como para la fase final (60 millones). Este dinero responde a una cantidad fija por jugador y día cedido a su selección, y supone 3 veces más de la que se repartió en 2008. En aquella ocasión se beneficiaron 180 equipos. El organismo deportivo quiere premiar la contribución de los clubes para que el torneo sea un éxito. En la repartición han colaborado la ECA (Asociación Europea de Clubes) y la UEFA. Para Karl-Heins Rummenige, presidente de la ECA, «la decisión va a beneficiar a todo el fútbol europeo en general».