La máxima representante de la ONU para el cambio climático, Christiana Figueres, ha asegurado que se ha acabado el tiempo para que se apruebe un nuevo tratado que sustituya al Protocolo de Kioto, ni siquiera para prolongarlo. Los negociadores mundiales no se ponen de acuerdo, así que tendrán que echar mano de soluciones eficaces e imaginativas que llevar a la próxima reunión de Durbán a finales de año.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha advertido de que en 2010 se batieron todos los récords de emisiones. Es el momento de que los gobiernos tomen medidas. Se reúnen en Bonn cerca de 3.000 delegados de todo el mundo en la conferencia de la ONU preparatoria de la cumbre de Durbán en Sudáfrica sobre cambio climático, que se celebrará a finales de este año. La idea es buscar una continuidad para el protocolo de kioto que termina a finales de 2012, pero aunque se llegara a algún acuerdo, que no es nada probable, la burocracia de redacción, aceptación y ratificación de estos tratados mundiales haría que no se llegara a tiempo.
La representante de la ONU para el Cambio Climático, Christiana Figueres, lo ha dicho de forma muy clara«Incluso si consiguen acordar un texto legal para una prórroga se necesitará una enmienda al protocolo de Kioto y que se ratifique de forma legislativa por las tres cuartas partes de los países, por lo que creemos que no hay tiempo para ello entre Durban y finales de 2012»
El negociador jefe de la UE, Artur Runge-Metzger, ha reconocido que 2014 o 2015 son fechas más realistas para llegar a algún resultado«aunque si las partes acuerdan adelantarlo la UE estará encantada de hacerlo» Según Greenpeace en esta conferencia, que terminará el próximo 17, se deberá optar por la economía sostenible, o asumir la responsabilidad de situar al mundo en la senda de los peores efectos del cambio climático.
Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace, cree que es el momento de que los gobiernos demuestren «que su compromiso no es con la industria de los combustibles fósiles sino con la supervivencia, salud e intereses económicos del conjunto de los ciudadanos que les han elegido.» Vila recuerda que según el último informe publicado por el IPCC, es técnica y económicamente viable un sistema basado en las energías renovables. Y que los ciudadanos de la UE están a favor de una reducción de las emisiones. Informes de la Comisión Europea avalan que un mayor compromiso con el clima y las energías verdes son la mejor forma de generar empleo y riqueza en la UE y permitirle una mayor presencia entre las potencias económicas mundiales a mediados de este siglo.
Por otra parte la Agencia de la ONU para el medio ambiente (PNUMA), ha dado a conocer este martes un informe en el que se señala que disminuir las emisiones de carbono negro, ozono troposférico y metano puede ayudar a limitar, en un plazo cercano, el aumento de la temperatura global y permitir que no rebase los 2 grados centígrados, incluso se podría reducir a 1,5ºC. Estos gases, que menciona el informe, son los llamados «forzadores del clima de corta duración» su control tendría beneficios inmediatos en el clima, la salud y la agricultura, según el informe. Eso se debe a que, a diferencia del dióxido de carbono (CO2) que puede permanecer en la atmósfera durante siglos, estos otros duran solamente unos días o semanas.
El carbono negro es un componente importante del hollín que se forma por la combustión incompleta de combustibles fósiles, madera y biomasa. Las fuentes más importantes son las emisiones de los automóviles y camiones, las cocinas, los incendios forestales y algunas industrias. Además de ser peligroso inhalado, afecta al clima al interceptar y absorber la luz del sol, oscurece la nieve cuando se deposita e influye en la formación de nubes. El ozono troposférico es un componente de la contaminación urbana. Su concentración se ha triplicado en el hemisferio norte en los últimos 100 años, convirtiéndose en el tercer gas de efecto invernadero más potente a nivel mundial. Lo producen los vertederos, la ganadería y la industria del petróleo y del gas.
Estas emisiones se podrían evitar o minimizar aplicando unas soluciones sencillas como filtros de partículas diesel en los vehículos,sustitución de calefacción de leña en países desarrollados por otras de pellets de madera reciclada o serrín, estufas de biomasa para cocinar y calefacción en los países en vías de desarrollo o prohibición de quema a cielo abierto de residuos agrícolas, entre otros.
Los investigadores subrayan que las acciones para reducir el CO2 junto con otras para reducir estos forzadores del clima podrían contribuir de una forma eficaz a frenar el avance del cambio climático.
