El referéndum no era un fin en sí mismo, ha dicho el primer ministro griego, Giorgos Papandreu en una reunión que ha mantenido con los miembros del partido socialista en el Parlamento y que parece que ha vuelto las aguas a su cauce. Papandreu ha calificado de «magnífica» la postura manifestada por el principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, que ha respaldado completamente el plan de rescate de la UE.
Ante la posibilidad de que el resultado del referéndum fuera negativo y esto llevara necesariamente a una salida del euro y automáticamante a una salida de la Unión Europea, la oposición griega se ha puesto las pilas.
«Teníamos tres alternativas, ha dicho Papandreu: la primera era catastrófica, convocar elecciones anticipadas (...), la otra el referéndum (...), la tercera era alcanzar un consenso más amplio». Parece que ha sido esta última la que se ha alcanzado tras ponerlo todo patas arriba.
El líder de la oposición, Antonio Samaras, ha admitido que es vital que el sexto tramo del paquete europeo de rescate sea desbloqueado lo antes posible y antes de que se puedan celebrar elecciones anticipadas y propone la formación de un gobierno de transición, que tendrá por misión la ratificación del acuerdo europeo y llevar al país a unas eleecciones anticipadas.
Por su parte Nicolas Sarkozy se ha mostrado contento por la decisión griega, ha dicho que la presión ejercida sobre el primer ministro griego ha surtido efecto.
Mientras en la calle, un día más, los griegos se manifestaban contra los ajustes.
Ver también
La UE congela la ayuda de 8.000 millones a Grecia hasta el referéndum