El pleno del Parlamento ha aprobado un informe en el que exige al equipo que negocia por la Eurocámara, liderado por el italiano del PPE Giovanni La Via, que se oponga a cualquier tentativa de recortar recursos, especialmente los destinados a crecimiento y empleo. Los diputados señalan que el presupuesto de la UE, que no puede ser deficitario, «no debe ser víctima de las políticas económicas fallidas a nivel nacional».
La Via ha señalado que «en la última cumbre los jefes de Estado y de Gobierno aprobaron un pacto para impulsar el crecimiento y el empleo. Ahora tenemos que pedir a los Estados miembros que den seguimiento a estas conclusiones y movilicen los recursos necesarios para salir de la crisis».
El proyecto de presupuesto de la UE para 2013 que ha propuesto la Comisión Europea asciende a 150.932 millones de euros en créditos de compromiso (un 2% más respecto al presupuesto de 2012) y a 137.924 millones de euros en créditos de pago (un 6,8% más respecto al anterior).
Cada línea del presupuesto consta de dos tipos de propuestas: pagos y compromisos. Estos últimos corresponden a la cantidad que la UE se compromete a gastar durante el año (con la firma de un contrato o la apertura de un procedimiento de licitación). Los pagos corresponden al dinero real gastado ese año.
En años anteriores ha habido desacuerdos en las negociaciones en torno al cálculo del nivel de pagos. Los diputados piden a los países, que si tienen dudas las aclaren antes de que se llegue a bloquear el acuerdo como sucedió el año pasado.
Los europarlamentarios consideran que en el contexto de las políticas de austeridad actuales, el Parlamento Europeo debe mostrar responsabilidad y tomar medidas para establecer una única sede.
El Parlamento Europeo tiene dos sedes, una en Bruselas y otra en Estrasburgo donde se celebran los plenos, de lunes a jueves una vez al mes. Trasladar a los eurodiputados, ayudantes, secretariado... etc conlleva un enorme movimiento de personal, papeles, hoteles, gastos de transporte... Un estudio de la Universidad de Zurich dice que si no existiera todo ese trajín los europeos nos ahorraríamos 180 millones de euros al año, 19.000 toneladas de CO2 que ocasiona el transporte y un gran estrés en sus señorías.
Las dos sedes se establecieron para conformar a Francia y a Bélgica que se disputaban al Parlamento Europeo. En 1992 se decidió que se celebraran los plenos en la ciudad francesa de Estrasburgo, que es la más beneficiada de tanto trasiego.