La malnutrición infantil en España afecta al 27 por ciento de los niños debido a la crisis económica. Unos dos millones de niños y niñas viven por debajo del umbral de la pobreza, según datos de Save the Children. La reducción de becas escolares ha provocado que muchos menores sólo coman una vez al día.La pobreza infantil no solo ve reflejada en la malnutrición, también en la desescolarización y en las dificultades para acceder a la sanidad.
El Observatorio Social de España (OSE) ha publicado «El impacto de la crisis en las familias y en la infancia», entre 2007 y 2009, en el que se concluye que la situación «se ha agravado porque las políticas sociales en España no han sido orientadas en los primeros momentos de la crisis». Además estas políticas han beneficiado a la clase media sin tener en cuenta a las familias más pobres, principalmente las emigrantes.
Un informe de Eurostat señalaba hace poco que España es el séptimo país con mayor riesgo de pobreza entre su población.
En el informe presentado por OSE se señala que es el país donde los menores están más expuestos a la pobreza «severa», principalmente las familias monoparentales de inmigrantes extacomunitarios.
Los responsables del estudio, financiado por la Caixa y supervisado por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, concluyen que 4 años después de iniciarse la crisis «los que ya eran pobres, son mucho más pobres». En 2007 las familias redujeron el consumo para ropa de adultos y el servicio doméstico, en 2008 lo hicieron en ocio y en 2009 en alimentación. Actualmente muchas familias, dice el estudio, no pueden comprar carne, pescado y fruta para alimentar a los más pequeños.
Recientemente varias ONG (entre ellas Cáritas y Cruz Roja) han pedido que se refuercen las becas de comedor puesto que «es la garantía para muchas familias para alimentar de forma equilibrada a sus hijos». Conxi Martínez, presidenta de Fedaia (Federación de Entidades de Atención y de Educación a la Infancia y la Adolescencia), ha dicho que «esta situación desencadena problemas psicológicos, que a su vez repercuten en el fracaso escolar y, por lo tanto, genera una espiral de exclusión social que se debe parar».
El 30% de los hijos de familias que subsisten con menos de 640 euros al mes no consigue el graduado escolar, según destaca el informe de UNICEF y la Fundación Pere Tarrés.