La comisaria ha hablado de la filosofía de las ayudas europeas a los integrantes de la Comisión Mixta para la UE del Congreso de los diputados en Madrid, en Sevilla en la conferencia «Estrategias de investigación e innovación para la Especialización Inteligente y la Agenda de Crecimiento europea», organizada por el Centro Común de Investigación (JRC), y la Dirección General de Política Regional y Urbana de la CE y en Extremadura.
Cretu ha hablado claro, no más infraestructuras. Es necesario un cambio de modelo, y ha puesto como ejemplo a Portugal, con 60% más autopistas que Alemania. Se hicieron, ha dicho la comisaria, porque se suponía que si se construían autopistas e infraestrusturas vendrían las empresas. Ahora «las utilizan los estudiantes y trabajadores para emigrar a Alemania y las industrias se han deslocalizado y están en China e India.
En 2004 -ha añadido la comisaria- «la investigación no tenía nada que ver con la innovación, ahora se ha visto que esa relación es fundamental» y sobre todo no se puede seguir «dando dinero a espuertas de manera arbitraria».
El futuro son los coches conectados, ha dicho la comisaria que se ha preguntado, «¿queremos hacerlos aquí o dejamos que los hagan en China o India». La UE debe ser más competitiva para 2018 cuando se revise la utilización del presupuesto actual.
«Europa pierde posiciones en el mundo, sobre todo en población», ha dicho Cretu. La educación, la sanidad, las plataformas tecnológicas en las que se reúnan diferentes países, deben concentrar la inversión y la investigación para conseguir más desarrollo.
La CE está terminando de revisar los proyectos españoles, ya se han aprobado 9 y quedan 13 por decidir, que tendrán el visto bueno en mayo o junio. Hay buenos proyectos, ha señalado, entre ellos los que ampliarán los parques tecnológicos como el que se dedica a la industria aeronáutica en Sevilla o el tecnológico de Granada. Y aquí es cuando la comisaria repite la frase que preside los fondos regionales de la nueva Comisión «menos cemento y más conocimiento» para los nuevos proyectos.
Ya no habrá más campos de golf con dinero de la UE como el de Melilla al pie de la valla que intentan saltar los subsaharianos, ni gimnasios de fitness como en Hungría, ha insistido. Las ayudas europeas irán a 4 temas fundamentales: innovación, agenda digital, Pymes y energía eólica y renovables con sistemas sólidos de supervisión y evaluación.
Un centro para testar los proyectos
El Centro Común de Investigación (JRC) de la isla de la Cartuja en Sevilla, es uno de los siete institutos científicos internos de la Comisión Europea ubicados en cinco Estados miembros. Ramón Compañó, coordinador del programa científico, explica que la misión del JRC consiste en proporcionar apoyo científico y técnico a las políticas de la UE. «Todo lo que se negocia se constata», señala, «para cada directiva hay que hacer análisis de impacto y si no significa una mejora no se presenta».
El JRC, trabaja en temas muy diferentes, incluyendo calidad del aire, química atmosférica, contaminación atmosférica, biodiversidad, calidad del agua, datos marinos y oceánicos, bosques, suelos, información espacial, uso del suelo, cambio climático, energía renovable, seguridad energética, infraestructuras energéticas, combustible, hidrógeno, seguridad y energía nucleares, transporte de masas, nanomateriales, seguridad y calidad de los alimentos, organismos modificados genéticamente, biocidas y sustancias tóxicas, gestión de crisis, gestión de accidentes nucleares graves o alertas anteinundaciones y maremoto
Conocer las empresas que más invierten en innovación
Uno de los proyectos en el que trabaja el JRC es EU R&D Industrial Scoreboard: Análisis de las tendencias y resultados de las industrias y compañías líderes en innovación. Durante los últimos diez años, la Comisión Europea ha hecho un seguimiento del comportamiento de las empresas que más invierten en I + D en todo el mundo. En estos momentos tienen una muestra de 2.500 empresas, el 90%, de las que más invierten en I + D en todo el mundo.
Fernando Hervás, científico senior del JRC, explica que el programa permite comparar las principales empresas de la UE con sus competidoras en todo el mundo. «De esta forma se ayuda a los responsables de formular políticas a comprender las tendencias y patrones que siguen las industrias más innovadoras», en sectores clave, como el automovilístico, las TIC, los productos farmacéuticos o la aeronáutica.