Ni burocracia ni irregularidades en los fondos regionales, según Bruselas

Irregularidades hay, pero son pequeñas. Burocracia hay, pero no es importante. Lo que no hay es dinero en los Estados para cofinanciar proyectos con los fondos estructurales y de cohesión de la UE.

Así se ha defendido la Comisión europea de las acusaciones del diario Financial Times, que asegura que sólo se ha gastado un 10% de los 347.000 millones de euros que la UE tiene para destinar a las regiones pobres de Europa en el periodo 2007-2013.

Cartel de proyecto financiado con fondos europeos

El diario Financial Times ha estado ocho meses investigando con el Buró para el Periodismo de Investigación de Londres el uso o desuso de los fondos regionales de la UE y la conclusión ha sido demoledora: de los 347.000 millones de euros que Bruselas tiene disponibles para las regiones más pobres de Europa entre 2007 y 2013, sólo se ha gastado un 10% por cuestiones burocráticas o abusos detectados.

Se pone así en evidencia la mala gestión de la política de cohesión de la UE, de modo que los responsables han salido inmediatamente a dar su versión de los hechos, que no desmiente la información del diario británico, sólo la matiza y justifica.

La portavoz de la Comisión europea, Pia Ahrenkilde, ha dicho que los fraudes existen, son lamentables y deben ser remediados, pero ha pedido que no se pierda la perspectiva, porque sólo afectan a una pequeña proporción de los fondos. Además la Comisión pide que no se confundan los errores con el fraude y que el año pasado el 95% de los pagos se hicieron de forma correcta. Sobre el exceso de burocracia como motivo para no conceder o usar esos fondos, la portavoz comunitaria simplemente ha dicho que no es verdad.

Una explicación más convincente la han dado los comisarios de Política Regional, Johannes Hahn, y de Empleo, Laszlo Andor. La cuestión es que para conceder fondos europeos debe existir un proyecto de cofinanciación con dinero del país que los quiere recibir y las arcas nacionales en la UE están semivacías. Aún así, aseguran que el dinero permanece en los estados miembros y que no existe una cuenta europea para devolverlos o inutilizarlos.

En cualquier caso, reconocen que es una maquinaria de lenta puesta en marcha, hasta el punto de que hasta 2009, los estados siguieron gastando fondos previstos en el presupuesto anterior a 2007.

Las políticas de cohesión están destinadas a aquellas regiones cuyo nivel de vida esté por debajo del 90% de la media de la UE, aunque la mayor parte del dinero se dirige a aquellas cuyo PIB es inferior al 75% de la media europea. España dispone de un total de 35.000 millones de euros asignados de estos fondos para el periodo 2007-2013.