Escuchar música durante más de una hora al día a un volumen elevado en un reproductor portátil puede provocar serios daños en el oído. En la UE se calcula que hasta cien millones de personas usan estos aparatos y no siempre de forma correcta.
El comité científico de la UE, CCRSERI, ha advertido de estos riesgos y la Comisión Europea ha dictado normas para prevenirlos. Los reproductores portátiles saldrán de fábrica con niveles de exposición seguros. No se fijan soluciones técnicas para incentivar la capacidad innovadora de la industria, pero sí se exigen unas mínimas normas de seguridad.
Además, todos los aparatos de este tipo llevarán unas advertencias claras sobre los riesgos que implica su uso inadecuado. A 80 decibelios, la exposición semanal debería limitarse a 40 horas, pero a 89 decibelios, no debería exceder de 5, según la Comisión.
La toma de decisiones es lenta en la UE y ahora el organismo de normalización europeo, Cenelec, debe elaborar las normas en un proceso que puede durar dos años. En cualquier caso, la decisión está tomada. La comisaria Meglena Kuneva advierte a los consumidores: «Es fácil subir el volumen del MP3 hasta niveles que son perjudiciales, sobre todo en calles muy transitadas o en los transportes públicos. Las pruebas nos dicen que, en particular los jóvenes, que escuchan la música muy alta y a veces durante varias horas a la semana, no tienen ni idea de que están poniendo en riesgo su capacidad de audición. Pueden pasar años hasta que el daño auditivo se manifieste, y entonces, sencillamente, ya es demasiado tarde».
En los últimos 4 años, se calcula que se han vendido en la UE unos 200 millones de reproductores de audio portátiles y unos 150 millones de lectores de MP3. euroXpress