Andy Murray, de 26 años, se ha coronado por primera vez como campeón de Wimbledon tras derrotar en tres sets (6-4, 7-5, 6-4), al serbio Novak Djokovic, la mejor raqueta del mundo, en lo que el propio Murray describió como «un partido brutal».
Para Murray, ganar Wimbledon y acabar con la espera de 77 años de Gran Bretaña ha sido «alcanzar la cima del tenis». «Todavía no puedo creerme que haya pasado», aseguraba Murray tras levantar el trofeo.
Con esta nueva corona, el británico suma el segundo 'Grand Slam' de su carrera tras el US Open de 2012, y pisa por segunda vez el césped del All England Club para volver a ganar en la misma Pista Central en donde se hizo con el oro en los Juegos Olímpicos de Londres hace apenas un año.
Ha sido una final trepidante, una guinda para un Wimbledon algo descafeinado tras las eliminaciones de Roger Federer y Rafa Nadal en las primeras rondas. Pero ahí estaba Murray, frente al número uno, para pelear duro por el título.
Para los más críticos Djokovic fue poco Djokovic y perdió oportunidades y puntos. De primeras se encontró un triple 'break point' en contra servido en bandeja al escocés. Sin embargo, apoyándose en su saque, el serbio comenzaba por delante la final al salvar la rotura, algo que no pudo hacer en el tercer juego de partido cuando Murray, esta vez sí, rompía su servicio (1-2).
Los nervios y la igualdad entre ambos tenistas se vieron reflejados en el momento que el británico debía confirmar el 'break', Djokovic le devolvía la rotura y además daba la vuelta al marcador para confirmarla en un quinto juego que se llevó en blanco (3-2).
Pero la remontada de Djokovic no fue tal y Murray rompía de nuevo el saque (3-4). Con los deberes hechos en este set, el inglés de ponía por delante en el partido y llevaba la alegría a las gradas de Wimbledon.
Ya en la segunda manga, con excelentes subidas a la red, el serbio conseguía un 4-1 a su favor hasta que Murray volvió a conseguir un nuevo 'break' y encarrilaba tres juegos seguidos (4-4).
A pesar de romper hasta dos veces más el saque de Murray (4-2), a la cuarta bola de partido, Djokovic no pudo responder al revés del ídolo local y terminaba agotado una competición que duró tres horas y 10 minutos.
«Creo que este último juego ha sido el más duro de mi carrera», aseguraba Murray tras agradecer a su entrenador, el tenista Ivan Lendl, la confianza que ha puesto siempre en él.