Aquel 20 de julio de 1969 acompañaban al comandante Armstrong, el piloto del módulo de mando, Michael Collins y el piloto del módulo lunar, Edwin E. Aldrin Jr. Los tres formaban la misión lunar del Apolo 11. Aquel histórico día de julio, alunizaban con el Eagle, en una región llamada el «Mar de la Tranquilidad», y Armstrong, pronunciaba dos frases célebres: «Houston, aquí base tranquilidad, el Águila ha alunizado» y seis horas más tarde decía por televisión «es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad».
Neil Armstrong y antes Yuri Gagarin, el primer hombre en salir al espacio, marcaron una parte muy importante de la carrera espacial, que no han cesado desde entonces. Durante este tiempo el hombre ha continuado investigando para conocer el universo. Aunque con muchos retrasos, la Estación Espacial Internacional sigue su rumbo, como un ejemplo de cooperación internacional, en el que participan cinco grandes agencias del espacio, la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea), y las agencias rusa, japonesa y canadiense. Desde antes de que se iniciara su construcción en 1998, se le considera uno de los logros más importantes de la ingeniería. Como también lo es la nave «Curiostiy», que hace unos días llegaba a Marte.
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