Juncker ha reconocido que la salida de Grecia del euro es técnicamente posible, pero advierte de que «políticamente no sería concebible y tendría riesgos imprevisibles, por eso no tiene sentido fabular sobre tales escenarios».
Una eurozona sin Grecia no forma parte de la hipótesis de trabajo del jefe del Eurogrupo, pero no cierra del todo la puerta y matiza: «a menos que Grecia viole todas las normas e incumpla todos los acuerdos».
En una entrevista al diario Tiroler Tageszeitung, Juncker sale así al paso de las declaraciones del ministro austríaco de Exteriores, Michael Spindelegger, quien se mostró partidario de crear normas que permitan expulsar a un país del euro. El presidente del Eurogrupo no se pronuncia expresamente pero pide serenidad para no generar más incertidumbre.
Sí crea inquietud el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, cuando este sábado ha advertido de que la ayuda económica a Grecia no puede ser «un pozo sin fondo», es decir, no habrá más dinero alemán para salvar a Atenas. Sin embargo, Schäuble también se ha referido al ruido sobre una hipotética salida de Grecia del euro y pide respeto a la hora de hablar de otros países con problemas económicos. Una advertencia alemana: «si la zona euro se rompe, nosotros somos quienes pagaremos el precio más alto».