En un comunicado divulgado esta mañana, la agencia de medición de riesgos señala que espera estudiar las calificaciones en el primer trimestre de 2012, al entender que la zona euro sigue propensa a nuevas sacudidas.
Moody's reconoce el deseo de los políticos europeos de alcanzar una coordinación fiscal pero añade que las medidas tomadas son similares a otras adoptadas anteriormente. La agencia considera que los acuerdos reflejan la continua tensión que hay entre la necesidad de dar más apoyo a los países con debilidad fiscal y la oposición a hacerlo dentro de los países más fuertes.
«Cuanto mayor tiempo permanezca así, mayor es el riesgo de que se sumen a los considerables desafíos ya existentes unas condiciones económicas adversas», dice el comunicado de la agencia.
«En ausencia de iniciativas políticas en el corto plazo para estabilizar las condiciones en los mercados de crédito de manera efectiva, Moody's considera que el sistema se mantiene expuesto a nuevos shocks, que probablemente podrían provocar cambios selectivos en las calificaciones».